Yo no sé vosotras, pero yo no recuerdo un verano sin mi abuela. Y es que mis padres fueron de esos afortunados que tenían a mi abuela encantada de quedarse todo el verano con los nietos. Así que mi verano se resumía en dos meses disfrutando de su compañía. Un mes en la Costa Brava y otro en el pueblo. El mismo plan para cada verano. Por eso, si sois de las mías, estoy segura de que, igual que yo,  habrá recuerdos que tendréis si veraneabais con vuestros abuelos:

  • Estás todo el verano con tus primos. Porque mis padres no eran los únicos afortunados. Era llegar el verano y todos los primos con los abuelos.

    Santa paciencia la de mis abuelos
  • Los madrugones para estas en la playa a las 9 de la mañana.
  • Las tardes con el cuadernillo de verano después de comer.
  • La obsesión por comer fruta cada día.
  • La fortuna de comer comida de tu abuela durante dos meses. Aunque a veces tocara comer cosas que no te gustaban. La comida de la abuela siempre es la comida de la abuela.

    Acababas siempre así y lo sabes
  • El dinero para chucherías. Siempre te daban dinero para caprichos.
  • Las tardes en la plaza comiendo helados. No hay nada que guste más a los abuelos que ir a la plaza a merendar.
  • Sentirte mayor cuando te mandaban a por recados. Porque tú eras la encargada de comprar el pan cada día.
  • Las tardes de telenovela. Un momento sagrado para mi abuela. En ese tiempo se para el mundo y ya podíamos estar bien calladitos todos.
  • Los juegos de mesa. Mis abuelos no sabían de consolas ni electrónica. Pero sí de juegos de mesa y otros entretenimientos varios.

    Con esto nos entretenían toda una tarde
  • Las miles de historietas que te cuentan. Uno de mis mejores recuerdos es sentarnos con mi abuela y pedirle que nos contara historias.
  • Por no hablar de los consejos y refranes. Todos los refranes que me sé, se los debo a mi abuela.
  • Las aventuras en coche. Porque mi abuela también conducía. Lo que se traducía en momentos de lo más divertidos.
  • Julio Iglesias y Ana Belén. Si me sé casi toda la discografía de Julio Iglesias es gracias a mi abuela.
  • Las quejas por la ropa que vestías. Cuando eras pequeña porque tu madre te había puesto ropa demasiado bonita para lo cafre que eras. Cuando eras mayor porque ibas demasiado corta, demasiado escotada, demasiado todo.
  • El paseo de la fama. Que no es ni más ni menos que el momento en tus abuelos presumen de ti por todo el pueblo.
  • La amenaza de tu madre. Cuando no hacías caso, siempre te amenazaban con llamar a tu madre.
  • Las negociaciones. Normalmente cuando eras más mayor. Los abuelos siempre son los mejores negociadores. Y los más duros.

    No era No. Y punto en boca.
  • Los mimos. Siempre serán lo mejor de los abuelos. Esos momentos de amor incondicional.

¿Y vosotras? ¿Qué otros recuerdos tenéis si veraneabais con vuestros abuelos?