Yo también odio a quienes se hacen los superiores, pero en la oficina no parece lógico esperar que hablar de sálvame como un nicho para publicidad sea lo que mejor se entienda. Aquí no creo que haya superioridad moral sino respetar un «cierto nivel» de aquello donde se pongan esos anuncios. Puedes ver lo que quieras, pero en el entorno en el que lo defiendas no tienen por qué considerarlo fantástico, la verdad. Cada cosa en su lugar.