Muchas veces mantenemos amistades porque llevan existiendo tanto tiempo que nos da pena romperlas. A veces es el propio costumbrismo de los domingos con las amigas tomando café o incluso la inseguridad de pensar que “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Es algo que personalmente me ha pasado durante muchos años: mi baja autoestima me hacía pensar que las amistades que tenía eran las mejores a las que podía optar porque estaban ahí, a mi lado, y quién era yo para decidir romperlas.

Por eso permití cosas que hoy me sacan los colores, aunque en ese momento no fuera consciente. Quiero contarte cuales son mis principales señales de que esa amistad no es tan sana como crees. 

 

  1. No hay espacio para ti: Si tu amigx es de esas personas que siempre cuentan sus cosas pero minimiza constantemente las tuyas con frases tipo “va, tía, no es para tanto”, “no deberías ponerte así”, “si yo te cuento”…Ese tipo de argumentos están invalidando tus emociones y en una relación todas las partes deben tener la misma importancia y recibir el mismo respeto. Porque sí, que alguien no te dé un espacio seguro dónde poder contar tus cosas es faltarte el respeto. Busca amistades en las que todas os sintáis validadas porque es un hecho que todas lo necesitamos.

 

  1. No sabe pedir perdón: Ese tipo de personas que cuando hace algo mal, trata de arreglarlo haciendo como si nada hubiera pasado. Claro que hay malentendidos que se pueden “dejar pasar” y ya está pero a veces es necesaria la comunicación, casi siempre diría yo, y poner encima de la mesa cómo se siente la otra persona. Pedir perdón no es una opción: cuando sabemos que algo le ha podido doler al otro, es necesario dar ese paso al frente. Si tu amigx nunca lo hace y encima suele culpabilizarte a ti cuando le compartes cómo te sientes…Ahí no es. 

 

  1. No tienes voz: En las conversaciones, en los planes, en las decisiones…Parece que tu amigx es la voz cantante y no hay espacio para lo que a ti te parezca. Si te cuesta dar tu opinión libremente, por ejemplo, sin que la otra persona se ofenda o trate de contradecir lo que estás diciendo, puede que tú pienses que “tampoco es para tanto” o que “no te cuesta ceder” pero quizás significa que vuestra amistad no está en igualdad de condiciones.

  1. Eres su punching ball: Lo que significa que no solo eres su paño de lágrimas, que pa’ esos momentos de cleenex y pelis moñas estamos también las amigas, sino que cuando está enfadada no mide sus formas contigo. A algunas puede sonaros loco pero yo me he encontrado esto en demasiadas ocasiones y no he sabido poner límites por la inseguridad que os contaba antes. Solía pensar que era un mal momento y que como amiga yo debía estar ahí pero chicas, hay que saber poner límites. Tú puedes tener un mal día, incluso dar una mala contestación sin querer y disculparte enseguida pero lo de hablarle mal a tus amigas porque estás enfadada por lo que sea no tiene excusa. Que cada una gestione sus emociones y sus malos días sin tratar mal a quienes están a tu lado.

 

  1. A veces te sientes mal estando con ellos: puede que te cueste reconocerlo pero quizás alguna vez te has sentido inferior o sencillamente mal por algo que tu amigx haya hecho o dicho. No sé si mis ejemplos serán muy drásticos pero yo a veces sentía vergüenza cuando mi “amiga” hacía comentarios sobre mi cuerpo en frente de otros tipo “es que tía tienes que hacer algo ya, no puedes seguir así” o cuando se reía de algo que yo decía para desacreditarme, incluso cuando alguna vez íbamos a salir de fiesta y decía cosas tipo “voy a arreglarme para ir más guapa que tú y que solo me miren a mí”. No me juzguéis, de verdad que en ese momento no tenía fuerzas para salir de ahí. 

 

El resumen de todos estos puntos, para no hacer esto más largo, es que en el momento en el que sientas que tu amistad no es de igual a igual, es el momento de tomar decisiones. Sé que a veces cuesta, sobre todo cuando no te sientes segura de ti misma, pero es que la amistad no es un contrato de por vida. De hecho, ¡no hay nada que sea de por vida! De por sí las relaciones evolucionan al mismo ritmo que lo hacemos nosotras pero de verdad, no dejes espacio en tu vida a personas que por el motivo que sea no te hacen sentir bien. Tú te mereces ser valorada, tener amistades sanas donde reine el cariño y el apoyo más genuino y algo importante: te mereces brillar. A veces pensamos que quienes intentan apagarnos lo hacen porque se sienten superiores a nosotras pero todo parte de la misma inseguridad que nosotras o incluso peor, porque son capaces de dañar a otros. 

 

Quiérete, aprende a poner límites y disfruta de las amistades sanas que te mereces. 

 

Mara Jiménez