Eres una persona adulta que asume sus responsabilidades y que cuando echa la vista atrás –vamos, lo que viene siendo entrar en Facebook y ver las fotos de hace 5 años- se enorgullece de lo mucho que ha madurado…y encima vas y te lo crees ¿No? Pues no amiga, siento decirte que nuestro lado infantil JAMÁS nos abandona. Si tan madura y responsable te crees que eres…
¿Puedes asegurar que no has hecho nada de esto?:
- Te imaginas como ganadora de los Oscar/Nobel/Emmy –el premio lo eliges tú. Tu sueño, tus normas-. Recitas mentalmente un discurso de agradecimiento en el que, por supuesto, incluyes a tu familia que tanto te ha apoyado, a Scorsese por brindarte esa gran oportunidad y a Leonardo DiCaprio porque sin él no hubieras logrado ese galardón (y con quien tendrás una corta pero intensa relación de la que guardarás un grato recuerdo).
- Te pasas una eternidad en la ducha porque te entretienes haciéndote peinados con la espuma mientras cantas a grito pelado no se sabe muy bien qué.
- Te advirtieron que no llegabas a la balda donde estaban los vasos, que no hicieras el tonto que lo ibas a tirar todo y que ya los cogían ellos. Pero tu orgullo y tú estábais decididos a alcanzarlos y, efectivamente, tus amigos tenían razón: casi te cargas el mueble de la cocina, la mitad de los vasos se han estampado contra el suelo y tú notas cómo todos te miran cabreados. Así que haces lo que llevas haciendo desde los cinco años cuando la cagas: poner cara de ¡Uy, perdón!
- NADIE, ni siquiera tu madre, puede tocar tus peluches.
- Te gusta que los demás sepan lo mucho que disfrutas comiendo. Por eso cuando te llaman gocha por atacar la última croqueta que llevaba 10 minutos sola y abandonada en el plato, decides compartir tu gusto con ellos. Serás muchas cosas, pero egoísta NO.
- Tu compañero de trabajo te está sacando de quicio, no para de rebatir tu opinión y de corregirte. Estás empezando a perder la paciencia, pero como persona madura que eres, dejas que exprese su opinión y eliges actuar de la manera más adulta que sabes: ponerle caras cuando te da la espalda:
- Seguro que tampoco te has topado con alguien tan pedante o tan estúpido o tan sabelotodo que, por no escupirle -recordemos que eres una persona madura-, te has burlado de él imitándole, porque eso sería muy infantil y no va contigo ¿verdad?
- ¿De verdad nunca te has puesto a hacer playback sola con esa canción que tanto te gusta? ¿Acaso esperas que me crea que no bailaste la coreografía completa del Backstreet Back…AYER? Claro, y también me dirás que jamás te has pasado horas tirada en el sofá o en la cama fantaseando con que eras Buffy o que pateabas culos a los malotes a lo Lara Croft. No… Claro..NUNCA.
- Te hace gracia ver a las niñas con sus carpetas forradas con fotos de One Direction y te alegras haber pasado esa época en la que tenías a Devon Sawa hasta en la sopa…Claro, porque la carpeta que tienes en tu ordenador con el nombre de cosas importantes en la que escondes todas las fotos de Ryan Gosling sin camiseta, ESO no es lo mismo.
- Y, por supuesto, cada vez que ganas a un juego o metes un gol en el futbolín, lo celebras discretamente para no picar a los perdedores ¿No es así?
