Situación: descargo la app, creo mi cuenta, elijo mis mejores fotos y entono una biografía atrayente, que llame la atención de lo que soy y de lo que me alimento «Música, literatura y cerveza.» Ahí estoy yo, ojos azules y una tez blanca, una sonrisa ladeada —porque sonreír se me da regular—. Ahí estoy, hablando con chicos monismos, con intereses similares, de oficios y estudios maravillosos. Chicos con iniciativa que se interesan por mí, por mi música, mi libro y mi marca de cerveza. Me recomiendan escritores, películas y cuadros. Chicos que me hablan de ellos, de sus miedos y sueños, de lo que buscan y de lo que nunca encontraban en esa aplicación hasta que yo.

Yo les leo con interés y les hablo un poco de mí sin enfocarme demasiado «es pronto para que se entere de que estoy gorda», pienso. Porque seguramente no se ha fijado bien, o porque ese filtro camufla esa lorza del brazo, seguro, sino no me estaría hablando. «Sólo ha mirado la primera foto, la que salgo de cara», «a este ni me molesto en darle like, si me viese por la calle ni me miraba».

Supongo que es esto sobre lo que habláis en más de un post; el autosabotaje ¿no?

Igual lo es: puede ser autosabotaje, o que no saben la dimensión de mi cadera.

MjAxNC01NmE5MTFlMzA0MGViMDQ3

Nunca nadie se ha parado delante de mí a preguntarme el nombre, y mira que he estado en garitos y mira que he babeado descaradamente por más de uno. Quiero decir, lógicamente algo es distinto a través de Internet: no tengo una foto de mi culo en vaqueros, no me están viendo entera.

Es divertido, no os engaño, me sube el ego y les trato bien. Hablo con un montón de chicos largo y tendido. Me dicen cosas bonitas, me siento bien y hasta he encajado con más de un guaperas —que te preguntas para qué coño necesita el chaval una cuenta de ligoteo si entra a un bar y se lo follan hasta las mesas—.

Como iba diciendo es divertido, pero a la vez me siento sucia y falsa. Me siento una estafa. 

Por lo que evito el momento de quedar, todo va bien hasta el primer «podríamos vernos». A partir de ahí suelo desaparecer, menos aquella vez que le eché cara y me planté delante de él (fue la mejor primera cita de mi vida, y la segunda y quinta…), pero no creo que todos los chicos puedan asimilar a la ligera que con quien han estado hablando durante todas aquellas semanas es una chica gorda.

Creo que ha llegado el momento. Voy a poner una foto de mi culo en vaqueros ya.

Autor: Asterisco