Nota para los tíos indignados que me van a decir “esto también lo hacen las mujeres”: no  os digo yo que no, pero como yo salgo, beso y follo exclusivamente con hombres, no puedo hablar sobre las mujeres que hacen estas cosas. Un besi de fresi.

Queridas lectoras, queridas amigas, queridas mujeres del mundo que sufren por los tíos con más cojones que neuronas, he vuelto para cagarme una vez más en todo lo que se menea. Primero descargué mi bilis criticando a esos tíos con novia que te meten fichas, pero hoy he querido centrar mi odio en los que pasan de tu culo pero siguen pululando por tu vida como las cucarachas en verano.

La historia es sencilla… Chica conoce a chico, se gustan, empiezan a hablar, quedan, se enrollan, follan hasta el amanecer un par de veces y un día cualquiera sin motivo aparente él pasa de ella. ¿Por qué?, os preguntaréis. Pues no se sabe, porque la inmensa mayoría hacen una bomba de humo.

Desaparecen sin dejar rastro. No responden, no existen. Podrían haber sido abducidos por un OVNI y salir en el próximo episodio de Cuarto Milenio. ¿Qué ha sido de ellos? ¿Sus madres estarán preocupadas? No se sabe…

Al principio te quedas un poco hecha mierda, es inevitable sentirse insegura y cabreada. Después te das cuenta de que la vida sigue, de que el polvo no fue para tanto y de que hay muchos más peces en el mar y tíos buenorros en Tinder.

Pasan los meses y tú no te acuerdas ni de cómo tenía el rabo. Quedas con tus amigas, sales de fiesta, te lo pasas de puta madre. Subes varios stories bailando “Yo ya no quiero na” mientras haces equilibrios para no tirar la cerveza. ERES FELIZ. Te vas a la cama y a las 10 horas amaneces con una resaca monumental. Vas a la nevera, das un sorbo a la leche de soja con cacao de tu compañera de piso y notas un reflujo del chupito de Jäger que bebiste anoche. Te metes en la cama, coges el móvil y te das cuenta de que no lo pusiste a cargar… Lo peor no es eso, sino todos los vídeos que subiste borrachísima y que ahora te dan demasiada vergüenza ajena. Por lo menos sales monísima, fíjate en el lado bueno. Te pones a mirar la gente que ha visto tus stories porque eres cotilla y te gusta conocer a tu público y BANG, ahí está él… El tío que pasó de ti.

Pasan los días y él sigue viendo TODO lo que subes. No hay video ni foto que se pierda. Es como tu sombra… Ha vuelto porque TODOS VUELVEN. Y sí, no te sigue, porque te dejo de seguir cuando pasó de tu culo. ¿Qué quiere? No se sabe, es un misterio. Yo apuesto a que le pica un poco el nabo y quiere ver si estás soltera para volver a echar un polvo.

En tiempos de guerra cualquier barra de pan es comestible, pero qué queréis que os diga, yo prefiero buscar tíos nuevos que reciclar nabos defectuosos. Ese tío no mola, es de outlet, tiene taras. Ha pasado de ti una vez sin darte explicaciones, así que para qué narices vas a seguirle el rollo. No le gustas, se realista, sólo te ve como un coño con patas que follarse cuando no se come un colín.

Obviamente te escribirá como si nada preguntándote que qué es de tu vida…  No sé tú, pero yo tengo clara la respuesta:

“Mi vida fenomenal, sobre todo desde que tú no estás en ella.”

Fin, bloqueo, jaque mate y a otra cosa mariposa.

Autora: Ana Katana