Shakira, Clara Chía y el cuento de la malvada madrastra.
Salían a la luz este pasado miércoles, en el programa de Socialité unas imágenes donde se mostraba al futbolista Gerard Piqué jugando feliz y despreocupadamente en su casa familiar acompañados de la nueva pareja de este, Clara Chía. Hasta ahí todo correcto.
Pues resulta que el maravilloso titular que se le ocurre comunicar al programa sobre estas imágenes es el siguiente: “Las fotografías de Clara Chía jugando con los hijos de Piqué en la casa familiar: Para Shakira es un palo.’’ Antes de continuar cabe comentar que, por el momento, no se conocen declaraciones de la cantante ante este tema y la publicación de las fotos. Por lo tanto, ¿Quién se supone que les ha dicho que esta situación es un palo para ella?
Como era de esperar se ha recurrido al ya manido mito de la supuesta gran rivalidad existente entre mujeres que tienen o han tenido en común una pareja y sumándole, encima, el tema de los hijos para atribuir a la nueva pareja el título honorífico de “La malvada madrastra”.
¿De verdad que no os aburre esto ya? ¿De verdad que tenemos que creernos siempre esta rivalidad enfermiza entre mujeres? Pues es lo que pretenden vendernos continuamente.
No vengo a decir ahora que Shakira esté o deba estar feliz con todo este tema ni que se tenga que mostrarse de acuerdo con ello. Los platos se lavan en casa de cada uno. El problema es que ella no ha dicho nada, todavía no se ha manifestado y quizás ni lo haga, y lo primero que se le ocurra a la gente es pensar que ver a sus hijos felices será un golpe para ella y la destrozará.
¿A nadie le ha dado por pensar que quizás pueda estar en paz con este tema simplemente viendo que sus hijos son felices?
Esas pequeñas personitas que de momento de estos temas nada entienden, no saben por qué sus padres ya no están juntos. Y aunque lo supieran, ¿la culpa sería de la “malvada madrastra” Clara Chía? Cuando lo único que objetivamente se puede apreciar en esas fotografías es a unas personas felices y disfrutando su tiempo juntos.
Dejando ya atrás el tema de que, desde mi punto de vista y desde lo que se conoce mediáticamente del tema, ninguna de las dos mujeres es la culpable principal de esta separación. Mientras el, para mí, verdadero culpable lo único que ha hecho ante esto es desentenderse. Pues cuando le preguntaron si podían publicar las fotos su respuesta fue que le daba absolutamente igual. Desmarcándose del tema, que tremenda sorpresa (léase con mucha ironía), y dejando que la polémica las afecte solamente a ellas.
La cantante ajena por el momento a esta situación sigue con el lanzamiento de su nuevo tema musical, centrándose en sus metas y evadiendo polémicas que podríamos denominar del siglo pasado.
¿De verdad tenemos que creernos que para una mujer madura y hecha a ella misma como Shakira la felicidad de sus hijos es un palo? ¿Va a criminalizar a otra mujer por hacer posible esa felicidad? Algún día conseguiremos avanzar todos como sociedad y darnos cuenta de que el cuento de la malvada madrasta y la rivalidad entre mujeres son cosa de un imaginario colectivo antiguo y cada vez más caduco.
N.
