Si quieres mi almeja, no me comas la oreja

 

Amigas, pocas cosas hay que deteste más del proceso de ligar que al «protagonista». El protagonista es aquel varón, aquel macho, aquel superhombre que todo lo hace y todo lo puede, que te dará la turra (básicamente), sobre lo maravilloso que es. No te dejará ni tan siquiera intervenir, participar, amenizar la velada pre-fornicio con tus vivencias o tu personalidad, porque para qué, si él (oh, él), es todo lo que una fémina necesita.

Será banquero, informático, barrendero o estará en paro, pero su trabajo (en detalle) será lo más fascinante que habrás escuchado en tu vida. Si es un soñador, sus sueños siempre serán mejores que los tuyos… eso si se molesta en escucharlos.

Pero del que más hay que huir, queridas, es del aliado que sabe más que nosotras sobre feminismo. Por suerte, a este tipo lo vemos venir de muy lejos y podemos decirle adiós antes de que nos expliquen (por enésima vez), qué es el feminismo de verdad y cuál no.

¡No os penséis que nos quedamos aquí! Cuando el narcisismo y el mansplaining se unen, cuando el protagonista masculino y su ego machista surgen (muy a menudo) en un solo ente, aquí no sé si reír o llorar. En el fondo da penita, la verdad. ¡Se ama tanto y sabe tanto sobre todo! Pues no sé si conocéis el dicho, pero suelen decir: «Maestro liendres, de mucho sabe y de nada entiende». Lo que viene a significar que parece que no haya temática que se le escape, pero en cambio, si intentas profundizar, cambiará de tema rápidamente. Bueno, una de dos. O hará bomba de humo o intentará hacerte creer por todos los medios que oh, por favor, chica, estás totalmente equivocada. 

Yo qué queréis que os diga: no hay nada que me cierre más el potorro que un egocéntrico. Es algo psicológico, patológico y diría que hasta físico: vamos, que se me cierra tanto el coño que los labios me tapan el útero. 

Así que, querido aspirante a empotrador, si quieres mi almeja, no me comas la oreja, porque lo que te acabarás comiendo es irte solo a casa mientras paso una noche romántica con mi satisfyer. 

EGA