Pues sí, amigas, desde que tengo uso de razón muevo mis caderas a ritmo de reguetón. Me gusta, alegra mis días y, sobre todo, me ha alegrado muchas noches de perreo intenso. Lo escucho en el coche, en la ducha y mientras cocino. También me gustan otros muchos estilos musicales, pero sin duda el reguetón y demás géneros urbanos latinos son los predominantes en mis playlist.

¿Qué tiene de malo? Eso mismo me pregunto yo.

A lo largo de mi vida me he visto infinidad de veces dando explicaciones de por qué me gusta ese género musical. Que si “eso no es música”, que si es vulgar, que “cómo puede una tía feminista escuchar un género con unas letras tan machistas”,…

Al final, he optado por no responder o hacerlo con ironía. Porque me parece absurdo tener que andar dando explicaciones de por qué me gusta una cosa u otra. ¿Juzgo yo los estilos musicales que escucha la gente? Claro que no.

Desde siempre me han tocado muchísimo la moral las personas que reniegan del reguetón alegando que es un género machista. ¿Qué es un estilo con infinidad de letras sexistas? Por supuesto, especialmente en sus inicios. ¿Son por ello machistas la totalidad de sus artistas? Por supuesto que no.

Además, ¿cómo pueden esas personas ser tan hipócritas? Tachan al reguetón de machismo, pero luego son capaces de cantar a pleno pulmón canciones como ‘Honky tonk women’, de los Rolling Stones, ‘Every breath you take’, de The Police, ‘I used to love her’, de Guns N’ Roses, ‘Hey Joe’, de Jimi Hendrix, ‘Carolina’, de M Clan, ‘Soldadito marinero’, de Fito & Fitipaldis,  ‘La raja de tu falda’, de Estopa (por supuesto, responsable de su hostia con el Seat Panda…) o infinidad de canciones de Joaquín Sabina, consagrado cantautor de nuestro país con multitud de letras altamente sexistas.

Os invito a buscar las canciones arriba mencionadas (en caso de que no las conozcáis) para que podáis apreciar de lo que hablo. Y no, ninguna de ellas es de reguetón.

Por tanto, como ya asumí anteriormente, sí, es cierto que el reguetón tiene letras machistas, pero también tiene artistas femeninas empoderadísimas de la talla de Karol G o Ptazeta (entre muchísimas otras), quienes con sus canciones e intervenciones luchan por los derechos y la visibilidad de las mujeres. Y no solo dentro del panorama musical, sino en la vida en general.

Así que por favor, si yo no dejo que la música que escuchas te defina no hagas lo mismo conmigo. Y como ya diría Alejandra Martínez en el Poetry Slam de Madrid del 2018 “papi papi, papi chulo, papi pap… ¡CÁLLATE Y DÉJANOS BAILAR! 

 

@maripluff