Ayer, una vez más, me llamaron exagerada solo por señalar que una «bromi» que pasaron a un grupo de WhatsApp era machista y gordófoba. Porque claro, la gente tiene la libertad de mandar lo que le salga de la cona, pero si yo decido que eso no me gusta y lo digo a la gente le parece fatal porque estoy coartando su libertad de expresión. ¿Sabéis qué pasa? QUE ESA LIBERTAD TIENE QUE SER MULTIDIRECCIONAL y, efectivamente, yo puedo decidir si estoy dispuesta a recibir ese tipo de contenido o no. Y en este caso (y en muchos otros) NO, NO ESTOY DISPUESTA.

  • Soy una exagerada por no tolerar el body shaming en mi entorno. En realidad no tolero casi ningún tipo de shaming.
  • Soy una exagerada por llorar de rabia cada vez que me entero de un nuevo caso de violencia de género.
  • Soy una exagerada por denunciar la brecha salarial entre hombres y mujeres.
  • Soy una exagerada por hablar del acoso callejero porque «a ver por dónde te metes para encontrarte con esos señores».
  • Soy una exagerada porque me parezca regumal el sexismo en el lenguaje.
  • Soy una exagerada por afear comportamientos sexistas en mi familia o grupo de amiguis.
  • Soy una exagerada si me quejo del machismo en la música porque claro, si no hay muchas chicas en determinadas escenas musicales es porque no les ha interesado o porque no tocan tan bien como los chicos (facepalm).
  • Soy una exagerada por pedirle a mis amigos que se involucren y que no alimenten comportamientos sexistas/machistas de otros no tan sensibilizados.
  • Soy una exagerada por creer que «lo personal es político» y que cosas en principio parecen inofensivas no lo son y crean un imaginario colectivo ultra-tóxico.
  • Soy una exagerada porque veo gordofobia en todas partes y qué queréis que haga si es que ESTAMOS RODEADOS DE GORDOFOBIA.
  • Soy una exagerada por decir que NO ES NO hasta las últimas consecuencias.
  • Soy una exagerada porque los moscones nocturnos me ponen de muy mala leche.
  • Soy una exagerada y quiero ponerle límites al humor porque me parece terrible hacer mofas sobre realidades discriminadas así en general.
  • En definitiva, soy una exagerada por estar muy sensibilizada con algunos temas que me interpelan directamente.

Así que sí, soy una exagerada y una «ofendidita» por todo esto y por muchas cosas más. Y bien orgullosa que estoy de querer construir un mundo más justo e igualitario para todos. Si esto le parece mal a alguien porque es incapaz de revisarse y de prestar atención a algo que le incomoda, el problema no lo tengo yo, amiguis.