La depresión es un estado que no lo eliges ni tampoco se disfruta mientras lo vives, pero es común echarle la culpa a alguien por ello.

Puede ser que aparezca porque estás con más agobio en el trabajo, porque te han dado crisis existenciales porque hay algo que te gustaría cambiar en tu vida o simplemente porque tu cabecita necesita que pares es su forma de hacer una huelga.

Lo curioso es que para una madre que ve que su hijo está pasando por eso, tiene claro quién es la culpable, su novia.

Esto me pasó hace tiempo, pero alguna que otra vez me he vuelto a encontrar a esta señora y no me devuelto ni el saludo.

Resulta que el chico con el que estaba hace tiempo, pasó por un momento complicado porque anímicamente no se encontraba bien. En su caso, se le juntó que hubo cambios internos en su empresa, le tocó comerse varios marrones diarios y le agobiaba ver que no paraba de trabajar y no tenía ni para comprar un paquete de pipas.

Estuvo bastante mal y no sabía cómo gestionarlo, por lo que le recomendé que fuera a un psicólogo, que comentase cómo se sentía y así que aprendiera a gestionar ciertas emociones que no nos vienen aprendidas.

Cuando su querida madre se enteró de mi sugerencia y de que él estaba contento por los resultados, le dijo sin cortarse: “la depresión te la echado ella porque no te quiere y te hace ir al come cocos ese para poder mangunearte mejor”.

Me encantaría decir que no escuché ese comentario, pero sí, lo viví en directo y fui tan imbécil que no tuve argumentos para poder responderle con coherencia. Es cierto que me pareció tan surrealista que al principio me reí y me pareció una broma, pero la actitud de esa mujer no era la de estar de cachondeo.

¿En qué se basaba para decir eso? A día de hoy me lo pregunto porque durante esa relación yo era quien aportaba más económicamente y quien intentaba buscar soluciones a todos los problemas.

Lo mejor de toda esta historia es que se ve que ese detalle no lo dijo una sola vez delante de mí, sino que se lo repitió tantas veces a su angelito hasta el punto de que él me dejó porque dijo que era lo mejor para su salud mental.

Un amigo me comentó que igual estaba así durante esa época porque se sentía inferior y no encontraba la forma de demostrarse a sí mismo que él era el “macho de la relación”, pero esto son solo suposiciones.

Si se llega a enterar su mami de que esa teoría podría ser la causa del estado de su hijo, me hubiera echado en cara ser una mujer independiente. ¡Lo que me faltaba!

 

Anónimo