Tatuajes que nunca deberías hacerte
Según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética, cerca del 60% de las personas que se realizan un tatuaje se arrepienten antes de los 5 años. Pero si no quieres arrepentirte, hay una serie de tatuajes que sería mejor que no te hicieras. Sabemos que un tatuaje es algo muy personal, cada uno es libre de hacer con su cuerpo lo que desee, pero cuando tengas ganas de hacerte ciertos tatuajes, es mejor que lo pienses bien, que lo medites con la almohada, que pienses en el futuro, en si querrás seguir llevando ese tatu dentro de unos años.
¿Y cuáles son esos tatuajes que jamás de los jamases deberías hacerte? Aquí algunos de ellos:
- El nombre de tu pareja – Aunque pueda parecerte una buena idea, una demostración de amor verdadero hacía él o ella, tienes que saber que el amor no dura siempre. Hoy os queréis mucho y puede que mañana os odiéis. Da igual se llevas con él o ella media vida, a veces las relaciones se acaban y después no querrás llevar el nombre de esa persona tatuado. Aunque hayáis quedado como amigos, ver escrito en tu cuerpo el nombre de tu ex te traerá recuerdos a veces dolorosos. ¿Y si encuentras una nueva pareja? Seguramente este tatuaje será muchas veces motivo de discusión.
- Una fecha relacionada con tu pareja – Es casi lo mismo que tatuarte el nombre. Si lo dejáis, es una tatuaje que te puede provocar un malestar cada vez que lo veas. Quizás es resto del mundo no sabrá de qué es la fecha, pero tú sí.
- Tatuaje en común con tu mejor amigo o amiga – Pues pasa igual que con tu pareja, a veces las relaciones de amistad también se acaban, muchas veces no de la mejor forma, y si eso pasa no vas a querer llevar aquella estrellita, flor o lo que sea que te tatuaste con la mala amiga que te traicionó.
- El número de la bestia – Llevar para siempre el número 666 en tu cuerpo, independientemente de tus creencias religiosas, dicen que puede atraer la mala suerte. Lo mismo pasa con una cruz invertida o con el nudo de la muerte.
- Frases en otro idioma u otro alfabeto – A no ser que seas bilingüe y conozcas perfectamente la gramática del otro idioma, ten cuidado al tatuarte una frase en otra lengua, porque puede contener faltas de ortografía. Y ya si hablamos de otro alfabeto, la cosa puede ser catastrófica. Cuantos amigos tenéis que se han tatuado unas letras chinas pensando que significaba “hombre de honor” y luego era “cerdo agridulce”. Suena a chiste, pero es la realidad.
- Típicos tatuajes que se hace todo el mundo – Por favor, sed originales. Huid del típico infinito en la muñeca, del tribal en la espalda o de la mariposa en el omóplato. Hay infinidad de diseños que os podéis hacer, no os tatuéis lo mismo que todo el mundo.
- Tatuarte en la cara – Llevar un tatuaje en la cara puede suponer un problema a la hora de relacionarte con los demás. Aunque no nos guste, vivimos en una sociedad cargada de prejuicios, y llevar el rostro tatuado puede provocar que te relacionen con bandas criminales o gente de dudosa reputación.
En algunas culturas, como en la Polinesia, tatuarse la cara es una tradición de miles de años. Unas líneas en el rostro pueden determinar tu estatus como guerrero, tu posición dentro de la tribu, o simplemente representan la belleza o la fortaleza. Para ellos era una forma de comunicación cultural. Pero si tú no perteneces a una de estas tribus, mejor no te tatúes la cara.
También hay que tener en cuenta que los tatuajes se van deteriorando con el paso del tiempo. La luz de sol puede ser un gran enemigo, un tatu en la cara estará expuesto a los rayos solares tanto en invierno como en verano y es muy posible que pierda color.
Después de todo esto, si sigues queriendo tatuarte el nombre de tu amorcito y además te lo quieres tatuar en la frente, o te quieres hacer una mariposa con el número 666 en las alas, pues desde aquí te animamos a que lo hagas, al final tu cuerpo es tuyo. Eso sí, busca siempre un buen profesional para que te tatúe. Y si mañana te arrepientes, te lo quitas con laser o te haces un cover.
Raquel Acosta
