Hoy me apetece hablar de las personas boomerang. Y no, no son aquellas a las que te gustaría estrellarle uno en la cabeza, que también, si no esas personas que se van, pero que siempre vuelven.

Siempre he sido una firme defensora de las segundas oportunidades y lo seguiré siendo pase lo que pase. Yo misma la he cagado miles de veces y he pedido empezar de nuevo. Y me parece genial asumir la culpa e intentar enmendarlo. Pero es que esta clase de personas vuelven siempre, sí, pero lo destrozan todo a su paso.

Los Boomerang, como me gusta llamarlos, suelen compartir siempre el mismo patrón: personas/relaciones tóxicas que  acaban recurriendo a nosotros cuando no tienen mejor opción en el menú. Y así, una y otra vez mientras le sigamos permitiendo sus idas y venidas.

Además, como si no fuera ya de por sí lo suficientemente jodido, las redes sociales nos hacen incluso blancos más fáciles para este tipo de comportamientos.  Por mucha tierra de por medio que pongamos, seguimos estando sólo a un par de clicks de distancia de aquellos que nos hicieron daño, nos mintieron o nos utilizaron para su propio beneficio y a veces, dejarse querer es demasiado tentador.

Y tarde o temprano acaban volviendo a nuestras vidas, después de desaparecer por completo y no dar señales de vida durante meses, intentando que todo vuelva a ser como antes, como si no hubieran roto ya nuestra confianza, como si fuera tan fácil como pedir perdón y decir que nos extrañan.

Pues déjame decirte que no. Que las relaciones no se arreglan a posteriori.  Hay que cuidar a los que  tenemos cerca, hay que dedicarles tiempo y saber escuchar a cada relación.  No vale valorar algo que ya has perdido. Esa es la opción fácil, la cómoda. Lo difícil es darse cuenta mientras estás ahí. Saber ver el diamante en bruto que tienes entre las manos y trabajar duro por conseguir que brille lo máximo posible.

Y sobre todo, aprende a decir adiós. A soltar el lastre de relaciones, amigos y decepciones. No les permitas volver, mantente fuerte y ayuda a aquellos que viven con el ancla del pasado todavía echada.

fallan

 

@Pau_aranda21