El tema de dar otra oportunidad a nuestras parejas me parece bastante estrella, ya que es una de las dudas que más frecuentemente aparece en el foro de weloversize. Y en algunas ocasiones cuando leo detenidamente esos comentarios casi desesperadas ante situaciones muy duras y dolorosas me hacen pensar ¿Cómo llegamos a esto?

Por lo general se ponen en contexto las situaciones que se explican, diciendo detalles como “bueno no todo es perfecto” “tiene tal y cual fallo” y esto me suena a cuando tengo a mis pacientes en consulta metidas de pleno en una relación muy tóxica y me hablan de su pareja como “bueno, nadie es perfecto”, es decir, justificamos situaciones que no tienen justificación.

Y está más que claro que nadie es perfecto, pero hay una delgada línea entre asumir ciertos aspectos de nuestra pareja que no nos gusta o que tienen que mejorar a tolerar faltas de respeto, pasotismos, egoísmo puro y duro, y un largo etc.

Porque realmente cuando te planteas darle una “segunda oportunidad” mi consejo es que eches un poquito la vista hacia atrás, ¿realmente es una segunda oportunidad? O un cúmulo de oportunidades constante.

Es decir, hay momentos que están muy lejos de que eso a lo que se puede llamar otra oportunidad, ya que por lo general son situaciones de mucho tiempo aguantando y permitiendo cosas que en fondo no te hacen sentir bien, te sientes triste o sola, no te sientes valorada, pero tú sigues ahí.

 

Eso amiga mía es darle oportunidades todos y cada uno de los días que pasas junto a él, en el momento que sientes que no te están tratando como mereces pero decides aguantar o callar, estas dándole más y más oportunidades. El problema aparece el día que hace algo más fuerte de lo normal, y sientes que eso no es tolerable pero aun así piensas ¿debería perdonarle?.

La mente del ser humano es maravillosa para algunas cosas pero una hija de puta para otras, ya que tiene un efecto muy curioso sobre todos nosotros, y es una cosa que se llama “memoria selectiva”. Cuando tú echas la vista hacia atrás recuerdas esos momentos tan felices y bonitos, y las veces que te sentiste mal por su culpa parece que van desapareciendo.

Esto también se conoce como “anclaje”, aparece muy frecuente en relaciones tóxicas. Esto consiste básicamente en que tu mente se queda anclada en ese día bueno que tuvisteis hace dos semanas, donde él se comportó, básicamente no la cagó tampoco hizo nada del otro mundo, pero como para ti eso es novedad, porque por lo general siempre hay alguna cosilla en el día a día, pues piensas para ti misma “la relación está mejorando y él se lo está tomando más en serio”.

Y con esa explicación que te has dado a ti misma te vale, porque en principio podría ser que eso estuviera pasando, el problema que esa actitud por su parte no se mantiene en el tiempo, y al día siguiente y durante otros cuantos días aparecen esas actitudes que a ti te dañan tanto.

 

Como ya las tienes asumidas e interiorizadas no lo vives como “segundas oportunidades” si no, que lo tienes como la canción de fondo de tu relación. Por eso cuando ya se termina de pasar y tú te planteas eso de darle otra oportunidad, plantéate a ti misma si no le has dado ya más de las que se merecía.

El trasfondo de todo esto también radica muchísimo en nosotras mismas, en el sentido que cuando tú tienes una autoestima bien trabajada y fuerte, la persona que está contigo no te hace un favor por estar ahí, y por tanto tiene que currárselo para mantenerse. Y si no lo hace, serás tu la que amablemente le muestres la salida.

Pero cuando nos quedamos ahí, aguantando chaparrones muy duros e innecesarios, es hora de hacer introspección y pensar en qué está ocurriendo dentro de mí para consentir situaciones que están lejos de hacerme feliz y me dañan cada día un poquito más.

Por eso, amiga mía, no olvides que la “segunda oportunidad” te la tienes que dar a ti misma e intentar ver las cosas con perspectiva, cuando vivo una relación “justificando” el comportamiento del otro, es que algo está fallando, y no eres tú si no él.

Aprovecha esta nueva oportunidad contigo misma, dedícate ese tiempo a trabajar esas pequeñas partes de ti que se han ido dañando con el tiempo o que han dañado otras personas, y cuando estés lista podrás iniciar una nueva relación sana y feliz.

Autora: Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja

correo: [email protected]        instagram: @aidavallesconsulta_