Te quiero por tantas cosas que a veces pierdo la cuenta…

Te quiero por las canciones que escuchas cuando conduces, aunque yo sea más de moderneo que de pachangueo.

Te quiero por la carita que tienes cuando te despiertas, con los ojos entrecerrados y la sonrisa en la boca desde primera hora.

Te quiero por como cocinas los espaguetis con chorizo y por los nervios que tienes cada vez que pruebo un plato tuyo. Siempre están perfectos, aunque creas que no.

Te quiero por tus cosquillas en la oreja. No puedo dejar de besarte. 

Te quiero por los relatos que escribiste cuando eras pequeño, pero sobre todo por compartirlos conmigo y abrirme la puerta de tu imaginación. Las cuevas Cony nos esperan. 

Te quiero por ser valiente desde el primer minuto, por tenerlo claro y por reconocer lo que sentías. No me asusto contigo, solo me impaciento por vivir una vida entera juntos.

Te quiero por las caricias bordeando cada milímetro de mi cuerpo.

Te quiero por tranquilizarme. Nadie había conseguido que dejase de morderme las uñas. Nadie había conseguido que bajase las marchas y me relaje ante la vida. Nadie había logrado que durmiese sin pensar en las preocupaciones de mañana. Solo tú.

Te quiero por bailar conmigo sin música. 

Te quiero por haberme hecho disfrutar viendo anime. Has conseguido lo imposible. 

Te quiero por acceder a ver las series de adolescentes malas que a mí me gustan. 

Te quiero por tu timidez cuando estamos con otras personas. 

Te quiero por presentarme a tus amigos.

Te quiero por haberme dado la mano cuando más débil estaba, por haberme hecho sentir empoderada, por haber curado mi autoestima herida poco a poco.

Te quiero por inventarte mi nombre y hacerme rabiar. Te morderé la cara, no queda otro remedio.

Te quiero por los planes improvisados para comer carnaza, las estrellas frente al lago y las canciones con letras absurdas y tremendamente graciosas. Dicen que un paseo espacial supone un riesgo mortal, pero para riesgo haberte conocido y haberme enamorado perdidamente de ti. 

Te quiero por todas las pequeñeces que te hacen ser quien eres. Aunque algunas no te gusten, yo las amo por los dos. 

 

Redacción WLS