Tinder sorpresa: parecía un tipo resultón, pero resultó que no tenía conversación

 

¿Alguien más tiene la sensación de que los perfiles en apps de ligue prepandemia, estaban más currados que ahora? Yo llevo un tiempo pensando eso. Pero, sinceramente, a este señor le di like por algo tan absurdo como que en su descripción ponía que le gustaba el queso. Así que tampoco me voy a poner yo exigente respecto a los perfiles actuales, donde parece importante asegurar que te encanta el crossfit, las croquetas y la cerveza artesanal. 

El caso es que ese quesolover y yo hicimos match. 

Era el verano anterior a la pandemia, cuando aún nos podíamos arrimar sin restricciones y confinamientos perimetrales.  Así que yo estaba muy ocupada disfrutando de no parar quieta en casa. Por eso no quedamos inmediatamente, porque cada uno estaba en un lugar diferente del mapa de España. Sin embargo, por nuestras conversaciones, se podía deducir cierto interés por ambas partes en conocernos y ver a dónde llevaba aquello. 

Quedamos para dar un paseo y, si se encartaba (o sea,si no era un completo psicópata), cenar por ahí. Resulta que ese señor, que por tinder parecía tan dispuesto a dedicarme tiempo, que incluso cuando quedaba con amigos sacaba un rato para hablar conmigo, en persona ni siquiera me miraba a la cara. Eso, unido a que casi no pronunció palabra, me hacía sospechar que lo estaba aburriendo. Pero como me advirtió de que era tímido, acepté el rol de conversadora casi absoluta de la tarde. 

Cuando llevábamos un rato paseando, le dije la típica frase  “pero dejemos de hablar de mí, cuéntame un poco sobre ti” que tan bien queda en las películas. Pues bien, ese señor me dijo que no hacía falta rellenar todo el rato con palabras, que había que saber disfrutar de los silencios. 

Tócate los cojones, Mariloli. 

Obviando que me estaba poco menos que llamando pesada, os recuerdo que era NUESTRA PRIMERA CITA. Me extraña que él no supiera que hay una regla no escrita en las primeras citas con extraños: la conversación debe fluir. Los silencios con un completo desconocido, son incómodos. 

Acabé teniendo una relación medianamente larga con ese señor. No me preguntéis cómo.

Actualmente me arrepiento de haber desaprovechado el que luego demostró ser el mejor año para el ligoteo, antes de que la pandemia lo complicase todo.  A día de hoy no sé nada de él, y así pretendo seguir porque, ahora, sí estoy encantada con que el silencio reine entre nosotros.

 

Lady Web