Ay chicas, el tema de las citas… ¡
cuántos quebraderos de cabeza nos traen!


Y, también, hay que reconocerlo, qué bien nos lo pasamos cuando se las contamos a nuestros amigos con una cerve y os estáis riendo hasta las tantas de la frase que te soltó el maromo de turno.
Pero, es que hay veces que, de verdad, nos planteamos si hay vida inteligente más allá, porque nos hacen vivir situaciones que son dignas de un estudio de la NASA:


1- El club de la comedia


¡Ojo! Que estamos en Paramount Comedy y no nos habíamos enterado. De repente, estás con tu cita y le da por soltar todos los chistes que se ha aprendido previamente indistintamente de si tienen sentido y, sobre todo, sin preocuparle si te están haciendo gracia.

Al ver que, obviamente, no; decide hacer bromas y comentarios “jocosos” de cada cosa que pasa a vuestro alrededor… A ver, Dani Rovira, no estamos en un concurso de monólogos…


2- ¡Sooo semental!


Independientemente de lo que quieras con esta persona (puede ser un rollo de una noche o una relación de Disney), él va a dejar claro que te quiere única y exclusivamente para llevarte al huerto. Y, a lo mejor nosotras queremos lo mismo, pero no hace falta que estés haciendo comentarios sexuales, hablando de sexo y realzando nuestras pechugas y nuestro bootty a cada sorbo, por favor, cada cosa a su tiempo.

Chica diciendo relax


3- Érase una vez


Estáis hablando de la vida en general y, de repente, te das cuenta de que tu compañero de cita hace voluntariado, cuida a personas mayores, ha viajado a África para salvar a los animales e, incluso, ha escalado el Everest ¡dos veces! A cada tema de conversación que sacas él, no solo lo ha hecho, si no que se ha sacado un máster en ello y es todo un experto. A ver, por favor, no es Halloween, no queremos fantasmas.


4- ¡Yo he venido aquí a hablar de mi libro!


Lleváis 2 horas de cita y todavía no te ha dado tiempo ni a decir a qué te dedicas. El colega comienza a hablar y hablar y hablar de toda su vida y obra…

De vez en cuando, sueltas alguna onomatopeya y/o comentario para ver si se le ocurre preguntar: ¿y a ti? Pero eso solo le anima a contar más cosas… Ahí, es cuando empiezas a sospechar que se lo haya aprendido de memoria.


5- U can’t touch this


Este tipo de citas, personalmente, es el que más rabia me da… Quedáis para comer/ cenar/ tomar algo y, de repente, suelta la frase más odiada: ¿quieres que pidamos mejor para compartir? Tú por dentro estás pensando qué has hecho para merecer esto, pero asientes porque, claro, no quieres quedar de zamarra en la primera cita y piensas que, a lo mejor, él no tiene tanta hambre como tienes tú.

De repente pedís 2 ó 3 platos para compartir de los que tú vas pinchando tímidamente (porque no se a vosotras, pero a me da mucha vergüenza comer en las primeras citas).

Cuando te quieres dar cuenta, ¡PUM! ¡El colega se ha jalado los dos platos casi enteros él! Eh, bro, primera y última vez, con la comida no se juega.

Perro gruñendo por comida

Podríamos estar horas y horas catalogando todas las citas que hemos pasado… en algunas sentimos incluso verdadera vergüenza y pensamos que no lo vamos a superar nunca… Pero, lo gracioso que es recordarlas en el tiempo ¿qué eh?

Así que, ¿cuál será tu próxima aventura? Ya sabes… la vida es como una caja de bombones, nunca sabes la cita que te va a tocar.

 

@Sarazarco