Tipos de clientas que me he encontrado al frente de una tienda de ropa infantil

 

El próximo mes me jubilo. Empecé a trabajar muy jovencita, como dependienta; pero, al borde de cumplir 32 años regentando mi propio negocio, veo el fin cerca y eso me alivia. Ultimando el papeleo previo al cierre y en plena liquidación de stock, me siento a escribir estas palabras para compartir parte de mi experiencia al frente de una tienda de ropa infantil. 

Hoy os quiero hablar de mis clientas. Y sí, hablo en femenino porque más del 90 % de mis clientas son mujeres. Son ellas las que se preocupan en vestir a los pequeños de la familia. Pocas veces me han visitado hombres en la tienda, más allá de ser el perchero de su pareja femenina. Datos curiosos aparte, comenzamos con los tipos de clientas que he identificado en mi tienda. 

La mami primeriza que duda, y duda y duda

Arranco con un plato fuerte. Las madres primerizas han sido la gran pesadilla de mi vida laboral. Esta mamá revuelve toda la tienda, coge mil tallas de la misma prenda, duda sobre si escoger el azul marino o el cobalto y te marea a preguntas para luego llevarse un producto que, más que seguro, volverá a cambiar. 

La indecisa que necesita la aprobación de toda la familia

Al hilo de la mamá primeriza, también tenemos la clienta que viene acompañada de su madre, su suegra, su mejor amiga, una prima lejana que estaba de visita en la ciudad y, además, termina en videollamada con su pareja. Todo le parece grande o pequeño, demasiado claro u oscuro, muy abrigado o fresco. De lo único que no duda es del precio, ya que cuando parece que se ha decidido, suelta: “Ay, ¡qué caro!”. 

La impulsiva de las ideas claras 

Mi favorita. Ella entra y arrasa. Sabe la prenda que quiere, la talla y el color. En 5 minutos suma una compra de 300 euros y sin despeinarse. Pim, pam, pum. Normalmente es madre experimentada, de +3 niños, que no tiene tiempo para perderlo entre estantes y perchas. 

La fiel que siempre me trae dulces 

Otra de mis grandes favoritas. Aquella clienta que está pendiente de tu cambio de escaparate para pasarse a conocer la nueva colección. Que gasta poco, pero viene mucho y encima te trae algún detalle en forma de dulce o una flor por Sant Jordi. Ella siempre está pululando por la tienda y piensa en ti, no solo para sus retoños, sino también cuando llega la hora de regalar a otros menores. ¡Las adoro! 

La que intenta colarte una prenda usada/rota 

En contraposición a la clienta fiel, encontramos la esporádica que busca timarte de alguna forma. La que pilla un conjunto un viernes para un evento en el fin de semana y te lo intenta devolver el lunes como si nada hubiese pasado. O la que prueba la prenda en su casa y rompe una cremallera, y busca colarte que es una tara de fábrica. Mucha listilla, pero… “A mamá gorila, plátanos verdes”. ¡Ja! 

La que viene a matar el tiempo

Esa mujer que entra a la tienda porque llegó antes al bar en el que quedó con las amigas y se viene a pasear por mi tienda como si fuese El Retiro. Es posible que ni tenga hijos ni sobrinos, pero ella vaga por los pasillos y remueve los estantes, sin buscar nada en especial y viendo los minutos pasar. Es parte del attrezzo comercial, pero agradezco su visita.  

El papi perchero

Lo mencioné al principio de mi exposición, pero es que se merece su propio apartado. De los pocos hombres que han entrado en mi tienda de ropa infantil, la gran mayoría solo sirven para decir “sí, cariño” y agarrar el bolso, las bolsas y el montículo de ropa escogido por su mujer. Otros ejercen de canguro de los hijos en común. 

Solo recuerdo una ocasión en la que entró un padre con intenciones de comprar y al final me di cuenta de que cumplía con una lista elaborada por su pareja de lo que ella previamente había elegido en la web. Reitero: esta es mi experiencia, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. 

 

¿Y tú? ¿Qué tipo de clienta eres? Amigas del sector, ¿cuál creéis que me ha faltado? 

 

Anónimo