Soy una titi que fornica con asiduidad, me gusta follar, me gusta sentir que una polla me invade y me gusta disfrutar de todos y cada uno de los preliminares (yo considero preliminares a todo lo que no sea el metesaca, sorry not sorry). Por eso no entiendo demasiado a los que solo folláis el sábado después de ver el partido de fútbol o de volver de fiesta. Follar se tiene que follar siempre que uno pueda, que luego nos vemos en el lecho de muerte y nos da por querer enmendar nuestros errores y lo de entregarte al fornicio estando muribundo no es una opción. Existen varios tipos de polvos que podemos clasificar según la franja horaria:

Polvo mañanero: pues mira, a mí estos me gustan bastante, el único problema es que peco de escrupulosa y lo del aliento lo llevo mal. Que ya sé que en momento de pasión se te olvidan las pestes y las hostias, pero mi primer instinto es de dar piquitos o girar la cara directamente. Una vez se me quita la tontería me gusta mucho poner el culo en pompa haciendo la cucharita y notar el trabuco clavado, sin mediar palabra, solo sexo cochino y a empezar bien el día.

Polvo typical spanish: o más conocido como el polvo siestero. Es muy parecido al mañanero, pero es mi preferido del mundo mundial. Puedes hacerlo pre o post, soy muy fan del polvo presiesta, tumbarte a ver una peli o a ver la tele, empezar con caricias.. ay que se te marca el paquete… ay que se te escapa un dedo… ay que ahora no he comido el postre… ¡ay qué polvo tan rico! ahora una siesta de las largas y cuando nos despertemos volvemos a otro polvete.

Polvo Batman: el que echas por la noche y el más practicado por la humanidad. Como que apetece, te metes en la cama a leer y ahí está su pinga dispuesta y cualquiera se resiste. Además, parece que al estar todo oscuro (yo sí pongo alguna lucecita) como que nos atrevemos a hacer más cosas y a desmelenarnos, tenemos una de complejos y de mierda en la cabeza que parece que la noche nos ayuda a combatir y superar todo.

Polvo discotequero: el que te marcas al volver de fiesta. Es uno de los más peligrosos, o puede ir muy bien o muy mal, no hay término medio. O le acabas potando en la polla o te acaban metiendo la pinga por el ombligo o no te corres en la vida o eso parece un cacho de blandiblu o vas tan flipi que cualquier cosa que te hacen te parece lo puto más del mundo. Sea como sea son polvos que cuestan de olvidar (o recordar).

¡Qué viva el fornicio en todas sus franjas horarias!

Autor: Puti Jones.