Me he enganchado a This is us y me he dado cuenta de que hay un personaje que me es más familiar de lo que me esperaba.

Kate Pearson es la número dos de los ‘super tres’, la única chica de tres hermanos. Esto hace que ella, en cierta manera, se sienta desplazada y poco comprendida por ellos.

El motivo por el que digo que todas hemos sido ella es porque vivir una infancia en la que tu madre es perfecta y tú no lo eres tanto, siempre es un trauma duro de superar.

Cuando le comenté a una amiga que estaba viendo esta serie, lo primero que me dijo fue: ‘te va a encantar el papel de Kate. Es una chica gordita como tú que se lleva mal con su madre porque siempre ha querido ser como ella.’

Sinceramente, este comentario no me hizo nada de gracia, pero era cierto. Era gorda como yo y eso no es común verlo en una serie, se lleva mal con su madre y prefiere a su padre, cosa que a mí también me pasa, y siente una frustración constante porque su madre es el ideal de ‘perfección’ y ella siente que es todo lo contrario.

La cosa va mucho más allá. Kate es una víctima de lo que debería ser ‘correcto’. Durante su infancia, el resto de niñas la critican por ponerse el bikini que le gustaba. En la adolescencia, se frustra cuando ningún vestido le queda bien porque la talla grande no es tan grande como debería. Y de adulta, por si fuera poco, su peso es un impedimento para conseguir su deseo de ser mamá.

¿Te es familiar toda esta estampa?

¡Para que luego digan que los personajes de ficción no son reales! Kate nos representa. Es una gordibuena más que lucha para que no la juzguen por su aspecto y solo desea ser feliz. Se esfuerza por perder peso y contentar a los demás, pero llega un momento que se da cuenta de que lo importante es amarse y luchar sin escuchar lo que los demás puedan opinar al respecto.