Hoy, amiga, vengo a decirte todo lo que la báscula no te dirá.

La báscula, una simple amalgama de materiales a los que te subirás buscando aprobación. Creyendo que va a indicarte cuál es tu valor en este mundo. Como si conseguir un número fuera a asegurarte el éxito en la vida. ¡Qué equivocadas estamos!

¿Sabes qué? Lo único que la báscula te va a proporcionar es un número. Número que te dirá cuánto pesa tu cuerpo, cuál es tu relación con la gravedad. Nada más. ¿Cómo podemos dejar que un simple número condicione nuestra vida? ¿Cómo hemos permitido que un número motive odio? Odio hacia el que no consigue acercarse a lo que consideramos correcto. Odio hacia nosotros mismos si no conseguimos llegar a lo “correcto”. ¿Cómo hemos permitido que un número consiga amargarnos, hundirnos, hacernos llorar…? ¿Cómo hemos permitido que un número se convierta, a veces, en el único objetivo de nuestras vidas, lo único valioso?

Y con esto no estoy diciendo que no te cuides. Tan sólo digo que el peso no es el único factor de la salud. Por supuesto que no, y mucho menos de la mental. Tu cuídate, come de manera saludable. Prueba nuevas verduras, nuevas especias, no consumas bollería industrial ni comidas demasiado procesadas. Haz deporte por desconectar, por ti. Aprende a cocinar e investiga. Sal a pasear y disfruta de tu ciudad o de tu pueblo o del pueblo de al lado. Come chocolate cuando tengas un mal día y pide postre para celebrar la vida pero no te obsesiones con un número. Porque ese número dice muy poco de ti. De hecho, no dice nada de lo que en realidad eres.

No te dirá lo bien que te sienta una sonrisa ni lo guapa que estas sin maquillar. Tampoco te dirá lo bien que lo haces en el trabajo ni lo buena amiga que eres. No te dirá que te brillan los ojos de felicidad ni lo bonita que estás cuando bailas. Tampoco te dirá lo generosa que eres ni lo bien que combina ese rojo de labios con el color de tu pelo. No te dirá lo mucho que debes quererte ni lo mucho que te quieren los que te rodean. Tampoco te dirá lo valiosa que eres en este mundo ni lo distinto que sería todo sin ti. No te dirá que ese bikini te sienta de muerte ni te animará a que te compres esa falda de tul que tanto te gusta. Tampoco te dirá que la celulitis es algo natural y que las estrías son las marcas de tu vida y no debes esconderlas. ¿Sabes lo único que te dirá la báscula? NO ES SUFICIENTE.

Y es una pena porque sí que es suficiente. Es más que suficiente. Esa eres tú en ese instante, en ese justo momento. Y nunca más vas a ser así, nunca más vas a estar ahí de esa manera. Así que disfruta. Disfruta de ti, de lo que eres, de lo que has conseguido y de lo que te queda por conseguir.

Sigue subiéndote a ella si quieres o no te subas nunca más, da igual. Lo único importante es que entiendas que aquello que va a marcar no es lo único que te define. No es siquiera el 1% de lo que eres y significas.