TOP 5 de excusas para no venir a mi boda

En mi boda hubo bajas, como en todas las bodas.

No nos pilló por sorpresa en realidad. Nosotros vivimos en Reino Unido, mi maridillo es de aquí, y la boda la celebramos en España. Sabíamos perfectamente que para algunos invitados iba a ser complicado. Vuelos, hotel, vacaciones…pedíamos mucho, sabíamos que las bajas iban a ser inevitables.

Esperábamos varios “no voy / no puedo ir / no quiero ir / no me apetece ir”. Incluso varios “no me puedo coger vacaciones”. Simple. Sin rencores.

Sin embargo, parece que nuestros invitados estaban creativos en el momento de declinar nuestra invitación. 

Aquí mi Top 5 de excusas, por si algún día necesitáis alguna idea original:

  1. El que ni siquiera nos avisa de que no viene (después de confirmar).

Uno de los mejores amigos de mi novio, uno de los caballeros de honor, que hasta le pedimos que hiciera uno de los discursos.

Nos confirmó la asistencia nada más recibir la invitación. Meses más tarde, nos dijo que ya había organizado todo. Había comprado los vuelos, había reservado el hotel, İhasta había cogido unos días más de vacaciones para quedarse de turismo en mi ciudad!

Sin embargo, tres días antes de la boda, el día que supuestamente llegaba a mi ciudad, vimos una publicación suya en Facebook…Hoy empieza el viaje de mi vida. Japón, día 1 de 42.

Le escribimos a preguntar y nos dijo que ese viaje lo tenía preparado desde hacía más de un año. Que ya lo había puesto en Facebook para que lo viéramos y entendiéramos que no vendría a la boda.

Que vale que no podemos obligar a nadie, y entre un super viaje por Japón y una boda la decisión es fácil. ¿Pero para qué nos estás engañando todo el año diciendo que si vienes?

  1. “Se me ha echado el tiempo encima y no llego a renovar el pasaporte”.

Puede parecer una excusa perfectamente válida, si no contamos con que en ese momento quedaban siete meses para la boda. No sé, en siete meses con voluntad creo que hasta puedes pintar uno al óleo que dé el pego. (Aquí me parece importante comentar que el pasaporte aquí lo renuevas online, la foto la puedes hacer en casa, y te lo envían a donde digas en 10-15 días, no tienes que perder tiempo en ir a ningún sitio ni pedir cita).

  1. “Mi madre me ha castigado”.

Sería una buena razón si tuviéramos diez años. Pero cuando estás casado, vives con tu pareja, y ya tienes pelos en los huevos no sé, ¿en serio tu madre, que ni siquiera vive en la misma ciudad que tú, todavía te castiga?

  1. “El CEO de Ryanair me ha dicho que va a cancelar el vuelo de vuelta”.

Una tía de mi marido nos dijo que no podía venir, porque la semana siguiente se iba de vacaciones a Australia a ver a su hija. Hasta ahí, todo perfectamente razonable. Entendible que no quiera arriesgarse a que le pase algo y pierda la oportunidad de ir a ver a su hija. 

Pero no quiso dejar ahí la cosa. Además, nos dijo que había hablado con el CEO de Ryanair y éste le había dicho que el vuelo de vuelta iba a ser cancelado, por lo que no podría venir, o se arriesgaba a no llegar a tiempo para el vuelo de Australia.

Oye, igual fue verdad y todo y esa conversación existió. En mi boda cayó el diluvio universal, el aeropuerto se inundó, y el vuelo que la mayoría tenia de vuelta se canceló. ¿Quién soy yo para dudar de lo que nos dijo la señora?


  1. “Ese día tengo que llevar a mis padres al supermercado”.

Esta nos la dio un amigo de mi marido. Nos escribió que no podría venir porque había quedado con sus padres para ir a comprar al super. Nueve meses quedaban para la boda. N-U-E-V-E. Que igual es que yo soy muy de organizar planes sobre la marcha, pero ¿en serio hay quién organiza la compra con tanta antelación? 

Tengo la teoría de que, en realidad, se fue a IKEA, y todavía está intentando salir. Ni nosotros ni nadie del grupo de amigos ha vuelto a saber de él en cinco años que han pasado.

BONUS EXTRA: El que se presentó sin estar invitado.

Mi marido tenía un amigo con el que perdió contacto porque se fue a vivir a otra ciudad cuando se casó. Volvió semanas antes de la boda porque se había divorciado. Mi marido, por lo visto, una noche le dijo “no te he invitado a la boda porque ya no tenemos relación, pero…”, pues el chiquillo se compró vuelo, hotel, y lo organizó todo para venir dándonos una sorpresa, sin avisar.

Casi me da un micro infarto cuando me lo encontré en el hotel el día de antes de la boda, pero oye, se le hizo un huequito en un momento y todos tan contentos. ¡Que todos los problemas sean ese!

Simplemente quiero añadir que nosotros nos lo tomamos con humor, no hard feelings con nadie. De hecho, no hemos perdido el contacto con ninguno de ellos por culpa de la boda. ¡Pero todavía nos reímos al recordar estas excusas!

 

Andrea.