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Bien, allá vamos. He pasado 20 años, de mis 21 primaveras de vida, dandole una importancia insana al tema de la virginidad, mi talla, mi cuerpo, mi necesidad de perfección, etc, etc. He ido superponiendo trastornos alimenticios, uno encima de otro. Bajandome el autoestima a cada paso. Remarcando en mi mente con un ahínco que asustaria a los espertos en brainwashing de la CIA. Como resultado de eso, ahora tengo un problema de distorsion de la imagen corporal, el esmalte dañado y tengo que tener mucho autocontrol para no caer en el juego de obsesionarme cada vez que intento cuidarme un poco, y acabar pesandome 4 veces al día. A lo que vamos, soy una chica guapa, es algo que me ha costado mucho aceptar. Soy sexy, y eso es algo que a veces me digue costando ver. Y gusto.
Mido un señor metro ochenta, y el corset ortopedico que usé en la infancia (SINDROME DEL PATITO FEO) me dejó una cinturilla de avispa, que sorprende a todo el mundo. Con todas esas, uso una talla 42/44 actualmente. Perdí la virginidad con esa talla. No con la 38 que a sangre y fuego me «gané», fuí feliz y disfruté de mi cuerpo, de mi sensualidad y mi exualidad, siendo «»plus size»», con celulitis y mi tripilli, no con ese cuerpo enfermo, pero mucho más cercano a lo que es considerado perfección. Fue a los 21 años, de erasmus, deshinibida, segura, y eso sí algo borracha. ¿El tipo? Un señor del norte de europa que sabia llevar muy bien sus dos metros y su calvicie y bailaba tecno que quitaba el hipo. No le dije que era virgen, porque no me lo preguntó, porqué yo estaba tan segura y me atraia tanto, que no vacilé, como hubiera vacilado con aquella 38. Enserio no sabes la de veces que eché a gente de mi portal. El señor nordico fue muy nordico y tras mas cal que arena, lo dejamos. Y conocí a un señor un poco menos nordico, pero mucho más guapo, más sexy y más interesante, con el que si bien disfruté de varias noches de encamamiento salvaje, me vi poca cosa para él y lo dejé. Ahora estoy en España y me estoy dando cabezazos por haber sido tan tontuna. Mi consejo… disfruta, conoce bien tu cuerpo, explorate y date gustico. Y cuando se te presente un machorro sensual que te haga perder la cabeza, pues pierdela, y ¿sabes que? No hace falta que digas que eres virgen, quizás el tambien lo es. Quizás la perdió hace poco. Y si, como ves, la talla es una idiotez, el secreto es como tu te sientas estando en la que estás. Beijinhos.