Hola, escribo este post sin saber muy bien que busco. pero sentiendo la necesidad de compartir mi experiencia.
Tengo 24 años y de toda la vida he sido gorda. Siempre que recuerdo soplar las velas siempre pedia de deseo ser delgada. Pasé por la bulimia y el trastorno por atracón, con sus respectivos bajadas y subidas de peso. Por cada época de subida o bajada de peso podríamos estar hablando de unos 20 kg fácilmente. El caso es que con 16/17 años un médico me dirigió al endocrino y llevo en consulta con ellos por la seguridad social desde entonces. En esa época huvo subidas y bajadas, pero obviamente no tan notorias, pues tenia cita una o dos veces al año. Estuve pinchandome Victoza y me vino bien, pero también fue en una época en la que empezaba la universidad y ,al sentirme libre , dejé de comer. En segundo de carrera fui por fin al psicologo de la universidad, pero solo te daban 3 sesiones. No fui a más porque obviamente no me lo podía permitir y cuando pedí cita por la ss básicamente me dijeron que me buscase la vida, que no me merecia la pena esperar toda la cola de la lista de espera.
Dejé de usar el Victoza en época de coronavirus, ya que la endocrina me dijo que que si tenia problemas de estómago que ni se me ocurriese pincharme ese medicamente. Siempre he sido delicada de estómago e incluso llegaron a hacerme dos endoscopias. Al final el diagnostico solo fue dispepsia.
Mi mente no pudo más cuando coincidió el final de la carrera y un futuro incierto con ver que llevaba tiempo aumentando de peso y tenia que darle cuentas a la endocrina. Sí, no lo veia como algo para hacer por mi. A la siguiente cita del endocrino no fui presencial porque habian confinado a mi pueblo. Esa llamada me daba mucha ansiedad. Confesé a la endocrina que habia engordado y me echó un grito. Yo aguante las lagrimas y ella, no sé si en un intento de ser divertida o algo dijo «A ver si te voy a tener que mandar a First Dates a conseguir un novio que te cocine». Esa frase tan inocente me hizo mucho daño y me puse a llorar. Ella lo notó por telefono y me preguntó sin rodeos «Tú tienes depresión?» y yo le conté que no tenía forma de ir al psicologo. Y ella me derivo a psicologia. Empecé a ir por la ss y en tres citas me mandaron al psiquiatra. Prozac, Alprazolam, Quetiapina y Sedotime.
Fue muy complicado que mi psiquiatra se centrara en como estaba y no en mi peso, cada vez que iba me pesaba y me intentaba vender esos análisis de sangre donde te dan intolerancias alimentarias. Le comenté lo que me hizo daño de las palabras de la endocrina y al parecer le dejo una nota para que fuese más educada la próxima vez. Cuando tuve vez con ella me derivo a otro diciendo que en mi caso ya era mejor operar. De ahi pase a otros dos distintos. De repente me hablaron de la posibilidad de operar en un año o más. Yo estaba dispuesta a oir que querian decir porque supuestamente iba a tener tiempo. Con el aumento del tratamiento psiquiatrico gané diez kg casi en tiempo record y estuve varios meses muy drogada. Tuve cita con el cirujano y me dijo de ponerme el balon antes de operarme, que es inusual, pero algo bueno en «mi caso». Yo firme los papeles diciendo de echarme atrás en cualquier momento.
Bueno, en resumen, que ya me he enrollado bastante, por una confusion con unas pruebas del ginecologo me hice las del preoperatorio del balon y me avisaron 4 días antes de ponermelo, por lo que no pude pensarlo.
Lo hice porque tenía que hacerlo y ahorra me arrepiento.Estuve dos días ingresada en el hospital, vomité durante más de 15 horas seguidas. Mi cirujano ni si quiera se preocupó y me dijo que me callara y me pusiera a andar. Me dieron el alta y llevo unos días horribles. No ha parado el dolor y lo máximo que me dan es paracetamol, no tengo tratamiento para los vomitos porque el cirujano no me quiere dar una optativa al que me dio en primer lugar y no puedo tomar porque no es compatible con la medicacion que tomo. Mi vida solo se centra en el balón y en intentar estar sin dolor. Quiero quitarmelo, por las malas he aprendido que no todo vale para perder peso y que igual deberia aceptaqrme y buscar una forma más relajada y sana para mi mente de perder peso.
El problema es que la gente cercana ya sabe que lo tengo y eso los hace opinar y estoy HARTA de escuchar que me tengo que aguantar el dolor.
Siento que no levanto cabeza desde que me lo pusieron, no soy capaz de centrarme en nada y me siento fatal y sin ninguna aspiración.
Quiero que me lo quiten o me den alguna solución, pero fui a junto el cirujano y ya me fue super borde echandome la bronca por ir y diciendo que me aguantara.
Todo esto lo hice sin apoyo psicologico y ni si quiera tengo cita con un digestivo hasta el mes que viene. En un mes tengo cita con el endocrino y el psicologo y creo que voy a tirar la toalla y pedir que me lo quiten. Tengo miedo a que no me hagan caso, pero ya saber que tengo que esperar un mes para tener una cita me que quita las ganas de todo.
A veces creo que soy una niñata muy exagerada y deberia de aguantar como dice todo el mundo, pero tengo mucho dolor, similar a cuando tenia las gastritis (ya dije que soy de estómago delicado). Me encuentro en un punto en el que me siento atrapada sin poder decidir sobre mi cuerpo y teniendo que aguantar sin opinar.
A raíz de ponermelo se de mucha gente que se lo puso y nadie quiso echarse atrás con él y eso me hace sentir peor. Por otra parte, no conozco a nadie que se lo hubiese puesto por la ss.
Aclaro que el balon es en preparacion de una reduccion de estomago que creo que no me quiero hacer ya.
Alguien sabe si es posible dar marcha atrás con el tema del balón gástrico?