Hola sirenitas!!
Veréis, estoy con un tema que me lleva por el camino de la amargura.
Empezaré por lo primero: llevo con mi pareja un año y medio, y desde hace seis meses vivimos juntos. El caso es que, el sexo, cuando lo hay (una o dos veces a la semana, y me parece poco) no está mal. No diré que está bien porque tampoco, es un poco regulero, y la verdad que yo se al 100% que es por falta de comunicación. Yo soy una persona muuuuuuuuuy sexual y él no tanto, eso ya está asumido, no es que quiera cambiarle, pese a que me gustaría que nuestra sexualidad fuese a la par.
Bueno, ya lo he dicho, nuestro sexo es regulero. Ahora, la cuestión es la siguiente: él se pone muy tengo y muy incómodo cuando intento hablar con él sobre sexo. Le pregunto lo típico: ¿qué te gusta? Su respuesta es: TODO, y rectifico: ¿qué te gusta más? ¿qué te gusta menos? ¿qué te gustaría que probásemos? y sus respuestas son las mismas: No hay nada que me disguste, lo que hacemos está bien, etc… y yo me quedo con cara de boba. Le digo la verdad: que para mi nuestras relaciones no son tan satisfactorias como podrían ser. Y me dice que claro, que siempre se puede mejorar. Pero… mejorar ¿cómo? si no sueltas prenda cacho de burro alma de cántaro.
En parte yo me siento tonta por no haber empezado esa dinámica de habar de nuestros gustos desde el principio, pero como al principio todo es pasión, todo quieres hacerlo y no tienes manos para tanta carne. Ahora que estamos más estables y nuestras relaciones son mas «tradicionales» quiero abordar el tema como sea y nada, que no consigo que me siga el rollo.
¿Os ha pasado algo simmilar? ¿Sois de las que no soltáis prenda así os arranquen la piel a tiras?
Necesito consejos por ambas partes para poder abordar el tema sin que la otra persona se sienta incómoda en absoluto.
¡Gracias, preciosas por leerme!