Esto que voy a contar no me incumbe a mí en sí, es algo de la vida de mi pareja. No puedo evitar que me pese y me planteo hasta dejarlo porque realmente me hace sentir mal. A todo esto, no somos unos críos, ya pasamos de los 30, por si os lo preguntáis.
Mi pareja entró a trabajar en la primera empresa en la que lo contrataron porque necesitaba dinero. Lo veía como algo temporal y lleva años. Desde que empezamos la relación me comentaba que necesitaba cambiar de trabajo, encontrar algo relacionado con sus estudios, pero que mientras tanto, mínimo, cambiar de empresa hasta que encuentre el trabajo que le permita desarrollarse profesionalmente en su área.
Esto fue haciendo efecto bola de nieve y fue poco a poco volviéndose un problema más grande para él, aumentando progresivamente el malestar durante años hasta que parecía estar demasiado agobiado y desesperado. Al final estar en ese estado, pasaba factura a todo, incluida la relación. Además, en ese agobio influía que él se veía sin esperanzas, que nunca lo iban a coger y no sabía ni por dónde empezar.
Por tanto, decidí echarle un cable. Venga, vamos a sentarnos juntos y a crear un nuevo cv. Lo hizo genial, conmigo al lado, se picó y no se levantó del ordenador hasta que estuvo acabado. Hicimos uno general y miramos empresas, lo mandó a dos sitios y quedó ahí. Otro parón, no hacía nada más que quejarse de nuevo porque en esos dos sitios, no lo cogieron.
Al final, le dije de modificar un poco su cv, hacerlo más profesional y lo mandamos a más sitios, tiré además de contactos por toda España que se dedicaban a su sector, llamé, pedí consejo, etc. y se lo dije todo. Él no fue ni por escribirle a compañeros de clase o algo para pedir consejo. Ya a partir de aquí le dije, mira tú solito continuamente ofertas de trabajo, le enseñé los portales que me habían recomendado. Estate pendiente de todo.
Bueno, pues chicas, lo han querido entrevistar de varias empresas muy gordas en España solo porque les había dado buena impresión. Perdió las entrevistas por ignorar los mensajes y mandar lo que le iban pidiendo o mal o muy tarde. Eso es lo último que supe porque me he desvinculado, es algo que tiene que hacer él.
Ahora me he enterado de que le han escrito de 3 sitios más y la historia se repite. No manda lo que le piden, contesta días después diciendo que sí, que sigue interesado y que pronto manda lo que tiene que mandar porque está liado con el trabajo, pero realmente no es así. Hueco tiene y es que lo deja pasar, si vuelve a contestar es porque le escriben correos a los días preguntándole si sigue interesado. No hace más que tirar oportunidades a la basura.
No ha echado ni un curriculum más. Se abrió convocatoria el día 2 en el sitio que más ilusión le hace trabajar y que lleva persiguiendo tiempo. No es de su ámbito, pero es otra empresa en la que sabe que estaría cómodo y saldría de dónde está. Lo avisé y a día 11 todavía no lo ha mandado, ni creo ya que lo mande. ¡Solo es entrar en la web y darle al botón de aplicar porque ya está registrado!
Me desespera. Lo que me molesta es que si llora por esto, ¿por qué deja pasar así las oportunidades, por qué no hace nada ni aunque le haya dado un empujoncito?
Si ha decidido no cambiar de trabajo y quedarse con el suyo actual, me parecería bien.
Escuchar tanto «necesito salir de aquí» para nada.
Sé que es su vida y no la mía, pero no puedo evitar sentirme molesta por su actitud con este tema.