13 años, atendía un kiosko de helados en el bar de mis padres. Llegó dos comerciales. El más joven (unos 30 años) se viene a donde estoy y empieza con los piropos. Al final se pilla un helado largo (Pirulo, os acordáis?) haciendo comentarios que años más tarde comprendí (tenía 13 años, pero aparentaba bastantw más) y se pone a comerlo insinúandose y como si hiciese una felación. Yo no entendía nada, pero no me gustaba lo que veía ni el estremecimiento que sentí de miedo.

Cambiar de número cuatro veces en pocos años por culpa de trabajar cara al público, el hombre que te sigue en coche, el taxista que se sobrepasa, quien te abre la puerta de la nevera de los yogures con cara porno, el que te acosa subiendo al monte en bici, los que te siguen de cerca cuando vas a casa, el cliente que se cree con derecho a algo por haberte comprado algo, quien te busca en redes sociales y se toma a mal que no le hagas caso, y así puedo seguir sin acabar nunca. Lo peor es que te diga todo el mundo que eres una exagerada y no tienes sentido del humor, que no es para tanto, que no te han hecho nada.

Estoy quedándome muerta con vuestras historias… Luego nos llaman histéricas, feminazis, que el movimiento feminista no es necesario.
Lo primero hay que poner en conocimiento con la compañía lo que ha pasado (mucha gente lo hace por vía pública porque así no tienen manera de escaquearse en una respuesta) y si hace falta, SE DENUNCIA, porque es ILEGAL que nadie coja tus datos para uso personal y en algunos casos lo que contáis ya el acoso roza unos límites horribles.
No tienen derecho! No tenemos porque pasar miedo, no tenemos porque pasar miedo a ser violadas cada momento.

Recientemente, en un país extranjero, cuando salí del hotel de madrugada pedí al recepcionista que me llamara a un taxi para ir al aeropuerto. Cuando apenas llevaba unos minutos en el taxi, sonó el teléfono del taxista y al minuto me pasó el teléfono indicándome que era del hotel. <<Señorita «Nombre» «PrimerApellido» «SegundoApellido», disculpa el atrevimiento pero, ¿me permitirías agregarte al Facebook?>>

En ese caso, el chico usó su trabajo para contactarme. En otro caso, otro chico usó MI trabajo para contactarme, publicando una nota en un periódico indicando mi nombre (tan poco común que no he conocido en persona a nadie con mi mismo nombre en 31 años de vida), color de ojos y pelo, y lugar de trabajo. Obviamente jamás respondí y ahí quedó la cosa, pero menos mal que no huía yo de nadie a quien quisiera ocultarle mi ubicación.

Por otro lado, casos en los que alguien ha usado su trabajo o el mío (sobre todo este último caso), no para obtener mis datos subrepticiamente, pero sí para conseguir establecer contacto, bastantes.

Sin embargo, he pensado un poco en casos contrarios, de intentar yo (u otra fémina conocida) robar datos y/o establecer contacto con un maromo, y lo más parecido fue cuando me dio un «crush» (que llaman ahora) muy fuerte con un chico que trabajaba en una gasolinera. Sencillamente iba más de lo necesario, pero jamás le dije palabra, ni me insinué, y descubrí su nombre por casualidad. Y sólo eso, pasarme por ahí para verle nada más, ya me parecía muy psycho por mi parte xD

Debo ser rara de narices, porque mira que pido comida a domicilio y recibo paquetes de empresas de correo y jamás he tenido ningún tipo de problema con nadie, ni me han contactado ni me nada. Soy la única??