Hola, chicas.
He intentado escribir esto varias veces en el foro y nunca me he atrevido a publicarlo, aquí va hoy por fin.
Trabajo en una empresa en Barcelona desde hace algo más de un año. En mayo del año pasado empecé a hablar mucho en privado con un compañero de trabajo que está en Madrid pero con el que siempre estoy en contacto por temas laborales. Nos gustábamos mucho, nos pasábamos horas hablando por teléfono hasta las tantas de la madrugada y se convirtió en un gran amigo y apoyo para mí. En agosto del año pasado se vino a Barcelona una semana de vacaciones para estar conmigo y todo fue increíble, muy fluido y congeniamos a la perfección. Él también se apoyaba mucho en mí ya que tiene problemas familiares: es latinoamericano y su madre y sus dos hermanos están en sudamérica y dependen económicamente de lo que él envíe, así que va siempre ahogado de dinero. Por ese motivo, durante los siguientes meses era y siempre la que iba a Madrid para estar con él. Teníamos una relación a distancia en toda regla pero no lo habíamos dicho con palabras. Yo conocía a algunos amigos suyos y todos mis amigos sabían de su existencia. Pues a principios de diciembre le pregunté (tonta de mí) qué éramos y me respondió que no podíamos ser nada porque no podía permitirse tener una relación ya que no puede irse de viaje ni salir a cenar cada vez que yo quiera. Ya me pegué mis llantos en ese momento pero se seguía mostrando atento, seguía siendo mi amigo y nos contábamos todo así que seguí yendo a Madrid para estar juntos. En febrero vino a Barcelona por trabajo y volvimos a tener la misma conversación de «no puedo permitirme tener una relación porque las relaciones cuestan dinero» pero me confesó que si su situación fuera diferente querría una relación conmigo. Cuando se fue a Madrid decidí dejar de hablar con él, le expliqué que estoy hasta las trancas, que tenía que decidir si quería estar conmigo o sin mí porque yo no puedo pasar página si seguimos hablando y al final dejamos de hablar. A los pocos días tuvo un problema muy gordo en el trabajo y estuve ayudándolo así que volvimos a hablar e incluso iba a venir en Semana Santa a mi pueblo con mi familia pero hace unos días (y sin que haya pasado nada más) dejó de hablarme por completo, cuando le hablo me contesta que está muy liado, le pregunté por qué había puesto un telón de acero entre nosotros de la noche a la mañana, de pensar en venir a mi pueblo a evitarme y «no sabe qué decirme».
Estoy completamente desolada, jamás había sentido nada así por nadie y de repente todo se ha acabado sin explicación, no sé cómo superarlo porque en el trabajo sigo teniendo que hablar con él por teléfono y se me hace muy cuesta arriba.
¡Gracias por leerme!