Hola, Ana. Soy fisioterapeuta músculo – esquelética especializada en ejercicio terapéutico. Voy a intentar solucionar tus dudas de la forma más sencilla posible, como si se lo explicase a mi abuelita.
Yo NUNCA recomendaría la utilización de fajas a la hora de realizar ejercicio (excepto que haya algún problema médico concreto, en cuyo caso tendría que haber una valoración adecuada del caso y se realizaría un protocolo adecuado), te explico el por qué. Básicamente el problema radica en que nuestro cuerpo está «programado» para ahorrar energía. Si tú estableces una ayuda externa (en este caso sería para toda la musculatura abdominal), al final tu cuerpo va a ver que no existe necesidad de activar dicha musculatura, porque ya hay algo haciendo su función. Por tanto, perderías fuerza y resistencia en esa musculatura, y te aseguro que recuperarla es un proceso lento en muchos casos.
Luego, hay que pensar que los logros en el deporte tienen que ser progresivos. Lo que comentas de de la barriga a mí también me pasa en ciertas cosas (practico Yoga y, por ejemplo, si tengo que llevar la rodilla al pecho, las lorcillas me molestan). Imagínate que utilizas la faja; llegarías mejor, sí pero… ¿realmente sería un avance? ¿A qué precio?
Y lo tercero que creo que debería considerarse es ¿no existe ninguna adaptación a esos ejercicios para que tú puedas llegar a realizarlos? Quizás adaptando la postura o el ejercicio puedas realizar el mismo trabajo sin que te moleste.
Para mí, el enfoque adecuado sería trabajar la musculatura abdominal para que al aprender a contraerla te ayude a «recoger» un poco la barriga. O, en último caso, intentar perder un poco de peso. Pero por ejemplo en mi caso eso es misión imposible, por eso entiendo que hay veces en las que no puede ser.
Espero haberte sido de ayuda!!