Sí chicas. El título lo dice todo. Pero vamos al tema:
Érase una vez una tarde de otoño después de las clases universitarias, mi ahora ex, yo, la cama, su miembro y mi boca a punto para darle al tema.
Bueno, yo a punto y él más que dispuesto, claro, porque allí donde hubiera mamada, que se quitara estimulación de clítoris y esas cosas (¿eso existe?). Así que nada, me puse a la faena.
Tan concentrada estaba yo y él tan en su éxtasis, que bueno, cuando estaba a punto de darle el orgasmo, empiezo a notar un PESTILENTE olor que me envolvía. Mi entonces novio no me dijo nada, ni reaccionó, pero el muy cerdo se había tirado un pedo de esos silenciosos y pestosos ¡en toda mi boca! ¡Qué asco!
Yo con lo comedida que era, hice de tripas corazón y terminé, casi fui al baño a vomitar (de verdad, olía muy mal) pero aguanté, y no le dirigí la palabra en el resto de la tarde.
Tampoco le importó mucho. Os he comentado que es mi ex, ¿verdad?