Estoy tan orgullosa de lo que hice el otro día que tenía que venir a contarlo.
El viernes pasado salí con mis amigas, a pasarlo bien, cero ligoteo. Pero grupo de chicas ya se sabe, los neandertales se acercan a molestar cada 2×3.
En una de esas visitas inapropiadas que interrumpían la conversación con mis amigas, uno se puso especialmente pesado. Intentaba hablar con mi amiga que estaba a mi lado y a mi me daba la espalda.
Cuando le di en la espalda en plan: tío, me estás dejando aquí sola. Se dio la vuelta y me suela: mira la gorda que se pone pesada porque nadie quiere ligar con ella.
Os juro que me acordé de todas vosotras, de weloversize y de su madre. No sé de donde saqué el coraje, pero me fui a la mesa donde estaba la dj pinchando que gracias al cielo era una chica. Le conté la situación y ella desde el micro soltó algo así como que vivan las gordas, las flacas y las peludas, y a la mierda los machirulos como el de rayas de la esquina.
El bar estalló en aplausos y el imbécil y sus amigos neandertales se fueron con la cabeza bien agachadita.
Joder, qué maravilla sentir el apoyo. No dejéis de denunciar estas situaciones. No os vayáis a casa llorando. Que sean ellos los que apechuguen con las consecuencias.