Me vais a perdonar que empiece a decir barbaridades, ¿Vale? Os lo pido porfa.
Si esa chica fuese mi hermana, juro por Dios que los encuentro y me los llevo por delante. Y me pudriré en la cárcel. Pero nunca jamás en su vida, ella se echaría a temblar al ver un control de la policía por si se encuentra de cara con sus violadores. No buscaría desesperada entre las multitudes por si están ahí, tomando algo en el mismo sitio que ella. No tendría que aceptar un acuerdo ridículo por miedo a las represalias, al juicio mediático y a que le salten al cuello.
Yo estoy muy violenta últimamente con el tema de los pinchazos. Ahora les ha dado por ahí. Y de verdad que no respondo de mí si veo a alguien con una jeringuilla en la mano.
Yo creía que ésta sociedad tenía salvación, que se podía educar a la gente en que los cuerpos ajenos son sagrados, que algún día hablaríamos de las violaciones igual que ahora hablamos de la gente que moría de diarreas hace un siglo. Pero la cosa va a peor.