A mi novio y a mi siempre nos ha gustado el sexo con algo de riesgo, pero si llego a saber lo que nos iba a pasar me lo hubiese pensado antes.
A mi favor que esta vez fue si premeditación aunque digamos que si alevosía, ya que aprovechamos que la chica estaba distraída.
Por la tarde fuimos a ver ropa, quería un traje para esta noche. Íbamos a un centro comercial que nos coge cerca de casa pero paseando vi en un escaparate de una tienda de aquí del barrio, donde nunca había entrado, que habían puesto ropa de fiesta así que nos decidimos a entrar.
Cogí varios modelos y me fui al probador, mi novio como siempre entró conmigo para ayudarme con las cremalleras, botones y demás.
Cuando me ve en ropa interior ya empieza con la tontería a decirme que mira como le había puesto señalándose el paquete, yo a a ver deja que vea que no te creo… y así acabamos, yo de rodillas haciéndole una felación y cual es nuestra sorpresa que se abre la cortina y aparece una de las dependientas y para colmo me resulta conocida, lo que hubiese dado por un boquete.
Fue muy educada, cerró la cortina y nos pidió por favor que nos fuésemos de la tienda y eso hicimos.
Hasta aquí digamos que todo «normal»
Al día siguiente, llaman a la puerta de mi casa donde vivo con mis padres, era una vecina que quería hablar con mi madre, le digo que pase y me dice que mejor se queda en la puerta, total que llamo a mi madre y cuando sale, empieza con un griterío que retumba en toda la escalera.
Le dice a mi madre que qué clase de educación le ha dado a su hija que va por ahí comiéndose pollas en lugares públicos, con esas palabras, mi madre estaba alucinando. Esta señora es la madre de la dependienta, de eso me sonaba. Menos mal que mi madre se puso a defenderme y le dijo a la señora que se comiera ella una a ver si se le quitaba la cara de amargada.
Después me echó una broca de cuidado, vamos que desde entonces no me habla.
Ya le ha pedido perdón y mi novio también, mi madre es muy liberal y nunca me ha puesto impedimentos para que en mi cuarto haga lo que me plazca, por eso aún está más enfadada.
No sé que hacer para que me perdone, hoy son las uvas y no quiero empezar el año enfadada con ella.