Y os aseguro que si esto fuese algo puntual, no estaría tan cabreada, pero es que ya son tres putos puentes que me toca quedarme en casa con los niños y no puedo más.
Esta nueva ‘moda’ empezó porque uno de sus mejores amigos se ha divorciado y lo estaba pasando realmente mal. A mí se me ocurrió la idea de que todos los de su grupo de colegas se juntasen en el puente del Pilar para llevarse a este chico a algún lugar chulo y que pudiese desconectar. ¡Concho! ¡Qué fue idea mía! Pues alquilaron una casita rural, se llevaron birras y PlayStation y ese fue el plan.
Todo genial hasta que después, en un puente con festivo local que tuvimos en Noviembre, mi señor marido me vino a informar de que como aquello les había molado tanto, iban a repetir experiencia pero en otra casita que uno de ellos había localizado. A ver, me mosqueé un poco, apenas habían pasado tres semanas y que se volvieran a ir… Pero bueno, hice mis planes con los niños en casa y fin de la historia.
¿Qué ocurre ahora? Pues que ayer mismo cuando Don Escapadas llegó a casa vi que ponía sobre el mueble de la entrada un folleto de un hotel con Spa muy guay. Me vine arriba, claro, yo até cabos y pensé ‘este me va a compensar por todos los puentes que me he quedado sola con los críos, finde romántico’. Mientras estábamos cenando le pregunté y… no os lo imagináis (o sí).
¡SE PIRA EN EL PUENTE DE LA CONSTITUCIÓN A UN SPA CON LOS COLEGAS! Le pregunté varias veces si aquello era una broma pero me dijo que no, que era algo que llevaban tiempo queriendo hacer y que han encontrado una oferta brutal para grupos y allí que se van todos. Yo es que ya me he planteado de todo, desde que me esté mintiendo y se esté yendo con una a que esté liado con alguno de sus colegas, porque no me parece ni medio normal.
Hoy mismo he quedado con las mujeres de dos de sus amigos para ver si les saco el tema, espero que estén tan indignadas como yo y que nos podamos poner todas en pie de guerra. Me niego a otro puente más sola en casa con los niños. Os mantendré informadas…