Llamadme amargada si queréis pero creo que a mi marido se le va la hoya.
Por reyes me he «regalado» un viaje a Cancún para el mes de mayo, un viaje en hoteles de primera y de ocho días de duración, lo ha pagado a tocateja de los ahorros de los dos y nos ha dejado casi a cero.
No es que tuviésemos unos ahorros muy grandes pero bueno que se ha gastado casi todo y en un viaje.
Me he enfadado con él porque creo que estos gastos debe de consultármelos, y su respuesta es que entonces no sería una sorpresa.
Hace un par de años, justo cuando pasó lo más duro de la pandemia, nos vimos con el agua al cuello. Yo soy funcionaria con un sueldo normalito y él tenía un negocio que tuvo que cerrar. Lo pasamos regular, no dejamos de pagar nada pero si nos las deseábamos para llegar a final de mes.
Ahora nos habíamos recuperado, volvió a abrir otro negocio con un socio esta vez, y no le va mal, ya os digo que habíamos llegado a ahorrar incluso. Pero parece que se ha olvidado de lo mal que lo pasamos.
Creo que es demasiado optimista y piensa que no va a pasar igual y yo ya estoy de los nervios viendo lo de las mascarillas obligatorias de nuevo, llamadme exagerada, pero fueron muchas las noches sin dormir porque a fnal de mes ni para la compra teníamos.