Me han pedido que contara esto y espero que le sirva a mucha gente, a mi me hubiera gustado que a esa edad alguien me hablara de este tema. Me hubiera ahorrado muchas cosas.

Cuando estaba en 2° de la ESO empecé a tontear con un chico que no era de mi instituto y me sacaba 2 años casi 3. Bueno me enamoré, está relación duró como 3 años más o menos. Con él aprendí de todo. La pena es que la mayoría de las veces eran cosas malas.
Me enamoré de un maltratador. Al principio todo era muy bonito, pero según fue pasando el tiempo la cosa se fue poniendo más oscura. Yo tenía 14 o 15 años más o menos cuando empezó.
Empezaron los celos, los gritos, las desconfianzas, el controlarme. A veces me agarraba de forma que me dolía más el alma que el brazo.
Han pasado ya muchos años, pero quiero contarlo porque si a esa edad alguien me hubiera contado una historia parecida a la mía tal vez, solo tal vez, me hubiera parado a pensar si merecía la pena aguantar lo que aguantaba.
A mi me gritaron. Me gritaron delante de muchas personas no solo en privado. Me humilló delante de cualquiera. Me llamaron «puta» porque me hice amiga de uno de sus amigos. Todo lo que pasaba era mi culpa, TODO, hasta lo que él hacía mal. Me puso los cuernos dos veces con la misma chica. Tenía que tener todo controlado y según él, yo siempre se lo ponía muy difícil. Lo peor de todo es que yo siempre lo perdonaba, siempre, hiciera lo que hiciera.
Seguramente pensaréis si ningún familiar o amigo me ayudaba. Mi familia no lo conoció nunca, mis amigas sabían de su existencia pero claramente nunca lo quisieron conocer.
A veces decimos «es imposible que nadie se de cuenta de lo que estás pasando» , pero la verdad es que nosotros solo conocemos de las personas lo que ellos nos dejan ver.
Ya os digo yo que sí, que es posible ocultar una relación durante años.
Mis amigas se volvieron locas a decirme que no me hacía bien esa relación, pero yo lo quería. Creo que siempre aguanté por miedo a perderlo. A veces no te das cuenta de las cosas a tiempo, o sí, pero esperas que cambien.
No sé si alguna de la que está leyendo esto se encuentra en una situación similar, pero si es así, por favor corre de su lado.
Ahora os dire como «abrí los ojos». Una vez salí en carnavales con mi grupo de amigos, uno de ellos me prestó una chaqueta para volver a casa ya que era super tarde y hacía muchisimo frío. Pues resulta que llegué a casa y cai redonda tal cual iba vestida, disfraz chaqueta y todo. De repente me llama y me dice que baje al portal que queria verme. Pues para abajo que fui, a las tantas de la mañana y hecha un cuadro. Baje la escalera, lo vi sonriendo en la puerta. Sonrisa que le duró bien poco cuando se dio cuenta que llevaba puesta una chaqueta de hombre y que olia claramente al perfume de mi amigo. No le importó mi disfraz, ni mis pelos, ni el maquillaje corrido. Solo la puta chaqueta.
Ahi empezó una discusión de locos. Entre gritos y susurros por la hora que era. Total que en pleno apogeo de la discusión su puño fue a parar a la pared. A la pared donde yo estaba apoyada. A la pared a un puto centímetro de mi cara. Vamos que no me lo pegó a mi por los pelos. En ese momento lo vi todo claro. No lloré, no sentí, no grité , no hablé. Simplemente giré sobre mi misma y subí la escalera. No se lo que decía mientras me llamaba para que no me fuera. Solo oía su voz, pero mi cabeza no dejaba que entendiera ninguna palabra. Esa fue la ultima vez que lo vi, intensionadamente claro, porque insistió un tiempo. Pero no volví.
Una amiga mía siempre me decía «si lloras más que ríes, ahí no es», se me grabó a fuego esa frase.
Amigas no se dejen, nadie merece vivir ni la mitad de lo que yo. Claro que hay personas que lo pasan peor y no deberían.
Que después se hace duro, sí. Que te flaquean las fuerzas cuando insiste diciendote mil cosas bonitas, sí. Que me costó empezar otra relación, sí. Que cuando empecé otra relación casi siempre estaba preparada para contraatacar, sí. Que aprendí a palos, sí. Que tuve que aguantar todos los «te lo dije» de mis amigos, sí. Pero que todo pasa, el tiempo cura y no saben cuanto. Merecía la pena por salir de ahí.
Ese día escogí quererme más a mi que él. Me elegí a mí antes que a él. Porque joder, si no me quiero yo ¿quién lo va a hacer? Si alguna está en esta situación o en algo parecido, por favor no esperes que la relación mejore, porque solo va a ir a peor. Te prometo que hay vida más allá, que vales la pena, que nadie tiene que hacerte sentir de menos porque tú siempre vas a ser más.
Escojasen a ustedes primero, SIEMPRE.