Hola chicas, escribo este post en medio de la noche e intentando distraerme de toda la tormenta que desde el martes se me ha venido encima y que me tiene muy triste y preocupada.
Estoy embarazada de 13 semanas. Han sido siete anos de búsqueda incansable, de transferencias embrionarias, de peregrinaciones de médicos en las que mi marido y yo nunca nos hemos cansado ni rendido. Esta vez, en medio de esta pandemia horrible y en medio de una espiral de muerte y de tragedias familiares el último tratamiento funcionó y llegó a nuestra vida un rayo de esperanza.
Esta vez en la primera eco había latido. En las siguientes nuestro bebé cada vez tenía forma más humana. Lo hemos visto patalear, refregarse los ojitos, dar volteretas… Nunca había conocido tanta felicidad.
El martes tenía la primera eco de la seguridad social que es la del primer trimestre aunque justo yo entraba por fechas en el segundo. La ginecóloga se empeño en hacerme la eco abdominal, algo que no me gustaba porque tengo bastante sobrepeso y no quería agobiarme si no se veía bien pero se negó a hacerla vaginal diciendo que «ese era el protocolo». Allí estaba mi pequeño, o pequeña porque me dijo que parecía Niña. Preciosa. Moviéndose. Sonriendo para su madre en la foto. Sin embargo pase mal rato. Apretó mucho. Se lo comenté varias veces. Que me dolía demasiado. Me retorci de dolor. Le pedí que parara. Dos veces le dije que por qué no vaginal. Pero ella siguió apretando para poder tener sus mediciones y me dijo que a todas las mujeres les dolía aunque a mí aquello no me parecía normal.
Al llegar a casa en una nube de felicidad decidimos dar la noticia a las personas que aún no lo sabían. Media hora nos duro el subidón. De repente sentí que estaba húmeda y al ir al baño confirmé que estaba sangrando. Mucho. Me volví loca del miedo y fuimos a urgencias. Allí aunque confirmaron que el bebé seguía teniendo latido me dijeron que tenía amenaza de aborto y que debía guardar reposo absoluto. Y me insistieron. En qué NO DEBÍA PERMITIR QUE NINGÚN MEDICO ME HICIERA DAÑO. Es decir, la ecografía había provocado que en un embarazo sano y perfecto yo estuviera a punto de perder a mi bebé por la cabezonería de la ginecóloga que me había tocado.
No os puedo decir la rabia que siento. Es una mezcla de sensación de que el mundo se hunde y de que debo seguir aquí positiva para que el bebé tenga una oportunidad. No obstante tras 48 horas en cama había dejado de manchar y vuelvo a hacerlo. Y me cuesta mucho mantener la calma. Te dicen que mientras sea menos que una regla hay esperanza. ¿Como lo mismo? En medio del miedo, en medio de la esperanza… ¿Como se mide eso?
No he conseguido que NADIE en la seguridad social me coja el teléfono. Ni mi matrona, ni el centro de salud.. nadie. Todas estas gestiones han tenido que ser privadas. Incluso las urgencias.
Me siento vendida, estoy destrozada de dolor fisico por estar tantas horas en cama. Estoy rota de dolor emocional por haber permitido que alguien dañara a lo más preciado que tengo, mi bebé.
Si alguien hubiera pasado por algo similar, un sangrado tras eco abdominal le agradecería su experiencia. Y lamento toda esta barbaridad pero necesitaba desahogarme.
Gracias chicas. Aquí sigo, luchando.