Echando un ojillo a Facebook, he visto que buscaban historias de amor y he decidido contar la mía.
Conocí a mi chico con apenas 14 años, él tenía 16, y aunque tuvimos muchos altibajos (éramos muy niños) no podíamos estar el uno sin el otro. Sin embargo, no teníamos los mismos sueños en la vida. Él tenía un trabajo y quería comprar una casa y que tuviéramos un hijo (yo apenas tenía 18 años y él, 20)pero yo soñaba con irme a estudiar fuera, conocer gente y vivir una nueva experiencia. Él me decía que podía estudiar en mi misma ciudad pero yo no quería, deseaba irme fuera y estudiar la carrera que me gustaba y no otra. Así que al acabar COU, dejé la relación y me fui a la Universidad de Sevilla.
Allí conocí a un chico y sabía que él también había rehecho su vida (mi ex) pero sinceramente, solo podía alegrarme por él y por mí, por habernos dado oportunidades de conocer a otra gente, de vivir una vida que si hubiéramos seguido juntos no hubiera existido.
Al acabar el quinto año de carrera, la universidad me hizo un contrato para septiembre y decidí pasarme todo el verano en mi ciudad (soy de Cádiz y echaba muchísimo de menos mi playa), así que hice las maletas y me vine. Para más inri, acababa de romper con quien era mi pareja y tenía ganas de estar con mis amigas, familia,…y lo que cayera.
Llevaba menos de una semana cuando me crucé con mi ex en unas escaleras mecánicas, nos miramos y ninguno de los dos dijo nada. Hacía 5 años que no nos veíamos y no sé si seguía cabreado o simplemente le era indiferente. Pero tan solo unos días más tarde volvimos a coincidir y tampoco me saludó. Decidí buscar su teléfono y llamarle, quería saber por qué co*o no me saludaba, por cumplir mi sueño???
Quedamos para tomarnos una cerveza, que se convirtieron en varias y terminamos liandonos como si no existiera un mañana.
Desde ese día, han pasado 13 años, tenemos 2 hijos maravillosos y nos casamos hace 4. Tenemos nuestros más y nuestros menos pero nos queremos.
Mi consejo para todas las chicas, luchad por vuestros sueños y no abandonarlos por nadie, lo que tenga que ser será.