El otro día viendo un documental de Netflix donde hablaba de la belleza me di cuenta de una cosa que me gustaría contar por aquí. Si viéramos a una persona que está desarreglada, a nivel que no se lava el pelo, va con ropa sucia y no se depila el unicejo (por pasotismo, no por decisión propia). Pensaríamos que esa persona quizás no tiene medios para hacerlo (quizás es una persona sin hogar), se descuida DEMASIADO o incluso que puede estar pasando por una depresión. Por lo que deducimos que cosas como cuidarnos, asearnos e ir con ropa limpia forma parte de un cuidado obligatorio. Luego hay cosas que nos hacen un plus, como por ejemplo las operaciones estéticas o hacer dieta y ejercicio que nos darían ese plus de belleza y cuidado. Finalmente están las personas que se obsesionan, cambian por completo su cara por operaciones o viven de comer pollo y arroz obsesionados por las calorías lo que veríamos como una exageración. Lo que pasa a día de hoy, es que las cosas que se consideran básicas están abriendo su abanico, dentro del cuidado normal de aseo también está el maquillarse, peinarse para verse favorecidos etc. También debemos tener en cuenta las personas que se operan para superar un enorme complejo, los cuales aseguran que gracias a su operación vuelven a ser ellos mismos y se sienten con más seguridad para hacer las cosas. Vivimos en un mundo superficial donde cada vez la apariencia es más importante, por supuesto debemos seguir cuidándonos, pero es normal que a veces nuestra idea de belleza cambie con el paso del tiempo.