Hola. Es la primera vez que escribo en Weloversize, y aunque os leo mucho desde hace un tiempo, ha llegado la hora de escribir para mostraros mi agradecimiento.

Por lo que puedo imaginarme, muchas de vosotras habrá pasado prácticamente por las mismas etapas y lo han tomado de una forma u otra, pero siento la necesidad de escribir mi experiencia. Tengo 25 años, y desde pequeña siempre he sido más grande (más altura que anchura) que el resto de niños, y siempre he sido una niña más retraída que los demás, por lo que las burlas e insultos estaban a la orden del día. Aunque tenía amigas, me utilizaban de carne de cañón para mejorar su autoestima.

Sin embargo, aunque sólo tengo trazos en mi memoria de mi etapa en primaria, sé que la cosa empeoró si aún más cabe en la temida adolescencia. No sólo empeoró en el ámbito escolar, también en el ámbito familiar. Mi padre, con su barriga de romper aguas en cuaquier momento y sus 130 kg, me insultaba y humillaba brutalmente a medida que iba creciendo más proporcionalmente en mis curvas que en altura, y mi madre, aunque me defendía delante de mi padre, por detrás siempre me minaba también la autoestima con puyas sibilinas. Según mi padre, decir que tengo un culo que no cabía en una habitación de 30 m2 no es pasarse, y a mi madre no le cabía en la cabeza como tenía tan poca autoestima y como es que no quería hacer ejercicio ni apuntarme a un deporte si es lo que realmente me hacía falta según ella. Mis padres, aquellos que tenían el acceso privilegiado a mi corazón y a mis sentidos, me iban envenenado con sus palabras y cuando yo no podía más, se preguntaban porque me retorcía en el suelo echando espuma por la boca (metafóricamente hablando), que no era para tanto. Si os preguntáis como soy, mi cuerpo no ha sido de ser orondo, sino de engordar muslos, culo y barriga, en el resto podría haber pasado por una sex symbol según la gente que ha tenido la osadía de opinar sobre mi cuerpo. Yo también he sufrido en mis carnes lo de ser «una pena con lo mona que eres de cara«, «si estuvieras delgada serías realmente guapa«, «si estás gorda es porque quieres, porque no te cuidas lo suficiente«, etc, etc, etc.

Si no hubiera sido porque en secundaria conocí a quién es mi actual novia, y la que fue mi mejor amiga en el instituto, no estaría escribiendo estas palabras. Debido a todo lo anteriormente escrito, mi estabilidad mental no era de las mejores, tuve una depresión severa durante años que, aunque nunca la diagnosticó ni la trató ningún especialista, cuando salí más tarde de ella, fue entonces cuando me dí cuenta del infierno que había pasado. Fue gracias a ella la que me sacó de ese pozo de oscuridad, culpa y odio por haber nacido con un cuerpo con el que consideraba que nadie estaba contento y a nadie le gustaba.

«– ¿Por qué entonces debía de gustarme a mí?» -pensaba para mi misma- «¿Por qué sigo viva con un cuerpo que desagrada hasta a mis propios padres?»

Y antes de que pudiera hacer nada, ella llegó como una plegaria, a tiempo como un reloj, y me quiso y me quiere más de lo que me quise a mi misma, y gracias a ella recuperé la confianza y las ganas de seguir viviendo. Sin embargo, mi autoestima seguía muy baja, ¿por qué? Porque aunque me sentía querida y deseada por una persona, esa estaca que se había ido clavando durante años seguía ahí, imperturbable. Seguía sucia, llena de la oscuridad que se había adherido a mi de ese pozo del que había salido. Y fue entonces, cuando encontré este sitio, este lugar dónde no sólo han pasado por lo mismo que yo, sino que estaba lleno de personas fuertes y capaces, y sigue estándolo, que no sólo han salido del agujero, sino que se han sacudido la mierda, la han masticado y la han escupido hasta quedar satisfechas consigo mismas, haciendo lo que querían y cómo lo querían. Fue entonces cuando yo también lo he hecho, es entonces cuando la gente se cree «que somos gordas llendo de diosas«, y no es que lo finjamos, ¡es que lo somos!

No somos mejores ni peores que nadie, somos personas con cuerpos no aceptados socialmente y las que nos hemos hecho un gran hueco a base de sufrimiento y esfuerzo, y ese mérito no nos lo quita nadie.

Infinitos agradecimientos por la existencia de esta página y sus maravillosos integrantes que hacen que gente como yo pueda seguir luchando con más alegría y hacer más ameno el día a día.

Gracias, weloversize.