Trucos para mejorar la autoestima sexual

 

La autoestima sexual está relacionada con la manera en la que nos sentimos como individuos respecto a nuestra sexualidad. Abarca desde el nivel de comodidad con nuestro cuerpo hasta lo merecedoras que somos de recibir placer sexual. Este tipo de autoestima depende del grado de satisfacción de nuestra vida sexual: afectan los cánones de belleza, la falta de confianza, la inexistencia de límites o las altas expectativas sexuales, a veces derivadas de experiencias pasadas o incluso del cine o la literatura. 

¿Cómo saber si tu autoestima sexual está jodida? Uhm… ¿Alguna vez has renunciado a cabalgar a tu pareja encima suya por temor a resultar demasiado pesada o que se te note más el “michelín”? ¿O has decidido no mirar a tu pareja a los ojos mientras te practica sexo, ya que la postura te saca papada? Incluso, a veces, dejamos “hacer al otro” cosas que no nos terminan de gustar; pero que, como parece que nuestra pareja disfruta, permitimos. Y, por supuesto, el dudar durante el acto sexual sobre nuestra capacidad de dar placer. 

Si te has sentido identificada (o identificado, que la autoestima sexual puede afectar tanto a hombres como mujeres), vamos a repasar una serie de trucos que pueden ayudarte a mejorar tu vida sexual. 

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En primer lugar: establece tus límites

¿Qué quiere decir? Que definas qué es aquello que te gusta o no: tener claro qué disfrutas haciendo y qué es lo que te encanta que te hagan. Es importante marcar este límite, no solo por tu placer, sino para evitar situaciones de manipulación. 

Importante: comunicación

El pilar del sexo se basa en el consentimiento y este se transmite a través de la comunicación asertiva. Si tú estableces tus límites, deberás comunicarlos a tu pareja sexual y, a su vez, respetar lo que te marque la otra persona. Ganarás en confianza, ya que has dejado claro tu punto de vista, y también en empatía, al conocer los deseos de tu compañero/a. 

Adiós a la culpa

Debemos de dejar sentirnos culpables por lo que nos hace sentir bien y es sano. Todas nos merecemos placer. Mimos. Nos los podemos dar a nosotras mismas, pero también los podemos recibir. 

“Feel this moment”

Quizá suena un poco millennial, pero ya lo decía Pitbull: “Feel this moment”. Tenemos que trabajar nuestra mente para que se centre en el instante que estamos, en el más puro presente. Ahí, con esa persona o sola, sobre esa cama o en la parte de atrás de coche. Donde estés con quién estés, pero ahí. Cuesta, pero se consigue. Hay que impedir que nuestra mente nos boicotee, pensando en la lavadora que está por tender o en el curro pendiente; o peor, recordándote una a una tus inseguridades, tus complejos. Céntrate en ese placer que mereces. 

Eres un total, no parcial

Recuerda que esa cicatriz, el acné o sea cual sea tu complejo, no te define. Eres tú, en tu totalidad. No dejes que ese defecto tuyo, eclipse al resto de tu esencia. 

 

Quiérete. Quiérete y hazte merecedora de ese placer, de dártelo y recibirlo sin culpas ni ralladas de coco. 

María RM