Mi amiga y yo somos madres, ella esperó unos años más que yo porque no lo tenía claro. Yo tengo dos hijas de 7 y 5 años, cuando nació la segunda el postparto se me complicó bastante. La niña dormía fatal, yo tenía muchos dolores y pasó casi un mes hasta que pude comer caliente. Mi amiga venía a verme y yo me desahogaba con ella, le contaba lo mal que lo pasaba cuando tenía que ir al baño, cómo me hacía pis al bajar escaleras, que mi novio y yo no estábamos pasando un buen momento porque el sueño y la paciencia no son buenos amigos… y ella siempre cortaba mis discursos con: “Pero luego le ves la carita y se te pasa, ¿verdad?” mientras miraba con cara de gato de Shrek a mi hija que, por supuesto, sólo dormía profundo cuando había visita y yo debía estar despierta. Intentaba explicarle que no, que no se me pasaba, que adoraba a mi bebé, pero me sentía mal, triste, mi hija mayor me solicitaba seguido y no tenía ni tiempo ni energía para todo lo que ella necesitaba y…

 Bueno, pasaron un par de años y mi amiga, la que jamás me escuchó de verdad, la que idealizó mis almorranas, la que suspiraba con los berrinches de mi hija mayor en pleno brote de celos, esa, fue madre. Y no fue madre sin más, fue madre ELLA, ¿tú sabes lo que es ser madre? Ella más. Nadie ha sido tan madre como ella, nadie puede hacerse una idea de lo que es SU maternidad. Entonces empieza lo “divertido”, tuvo un postparto normal, con sus altibajos, sus sangrados vaginales, sus hormonas disparadas… Pero es que el simple hecho de tener que usar esas compresas enormes que te dan en el hospital ya era un drama. Minuto cero y ya empezó su discurso (en persona y en redes sociales) de que si se romantiza la maternidad, que si es lo más duro que le puede pasar a una persona, que si pérdida de identidad, que si sueño… Pues lo que yo le había estado contando durante años, solo que ahora que le pasaba a ella si era un problema real.

 Yo lo he pasado mal, pero también he disfrutado mucho, exprimí al máximo el colecho, la lactancia y siempre que puedo estoy en el suelo jugando con mis hijas. Mi amiga dice que soy una vendida al sistema, que la maternidad es un engaño y que yo la estuve engañando durante años hablándole bien de mis hijas ¿Y qué quería? ¿Que le dijese que son dos arpías que han venido a robarme la juventud y la figura? ¡Si es que jamás quiso escucharme! 

 Todo lo que le pasa a ella es culpa de su hijo (no de la maternidad, no, ni de sus decisiones, del niño) entonces cada vez que se peina y le quedan pelos en el cepillo lo mira y le dice “¿Ves? ¿y aún encima ni te comes la comida que te preparo?”  ¿Pero qué tiene que ver? Pero si el pobre niño además es un santo, que duerme del tirón desde los 3 meses, que come casi de todo, pero su madre solo ve que la han engañado, yo concretamente, y que él es el culpable de todo lo malo que le ocurre. Habla abiertamente de lo arrepentida que está de haberlo tenido, que podría ser un sentimiento muy lícito si no fuera que se lo expresa a él cada vez que puede. Yo no puedo evitar mirar a esa criatura y sentir pena. Ella quiso tenerlo para contentar a su novio, que como buen machirulo que es jamás cambió un pañal, pero él no tiene la culpa, la culpa también es del niño; si discuten porque ella está cansada y él no prepara la comida: el niño no la dejó dormir; si él se queda en el bar hasta las 12 de la noche todos los días entre semana: el niño lo estresa y él se tiene que evadir. 

Cada vez que él la llama, ella pone los ojos en blanco pero no le contesta, entonces se queja todo de que el niño pasa el día gritando: “mamá, mamá, mamá”. Por lo que yo le dije: “¿Has probado a ver qué quiere?”  Desde entonces no me habla, dice que soy una madre hippie de esas que venden una maternidad falsamente feliz y que voy de madre abnegada por la vida. Que ella va a revolucionar la visión de la maternidad en su entorno. Ha confundido el hablar de la maternidad real (que creo que es muy necesario) con rajar de esos malditos enanos que vienen a joderte la existencia. Ahora al menos ya no es mi problema, ha tomado distancia y yo, la verdad, lo agradezco.

 

Escrito por Luna Purple basado en un caso REAL