Una semana antes de tu boda, todo saldrá mal

 

Así es, unos días antes de tu boda, todo lo que pueda salir mal, saldrá mal. Organizar una boda puede ser una de las tareas más estresantes a la que se enfrentará una pareja. Buscar sitio, fecha, vestido y traje, regalitos para los invitados… y cuando quedan ya unos días para el gran día y crees que lo tienes todo controlado, en ese momento te empezarán a fallar algunas cosas. Pero… ¡qué no cunda el pánico! Al final todo se irá resolviendo y, spoiler, la boda saldrá bien.

 

  • El vestido no estará listo: la penúltima prueba del vestido siempre es la peor. Te estará demasiado estrecho, o demasiado ancho, el bajo no estará bien cogido, el escote no estará a tu gusto. Seguro que saldrás de allí agobiada. Pero no te preocupes, en la última prueba todo estará bien y te verás preciosa. 

 

  • La cartelería tendrá algún fallo: le decoración en una boda es fundamental, y cada vez es más común acompañar con carteles los rincones de la ceremonia. Pues seguro que alguno de esos carteles llagará dañado, con alguna falta de ortografía o alguna fecha mal puesta. O puede que encargues 150 sobrecitos de “lágrimas de felicidad” para meter pañuelos de papel, y te lleguen solo 100. O que el cartel de “Bienvenidos a nuestra boda” tamaño grande que encargaste con una foto vuestra para ponerlo en la entrada de la finca, llegue con la imagen pixelada. ¡No importa! Te apañarás con lo que tengas y nadie sabrá si tenias pensado poner más decoración o no. 

 

  • Te faltarán algunos regalitos para los invitados: Lo tienes todo previsto, un pañuelo para las mujeres, una set de afeitado para los hombres, y para los niños unos bonitos estuches con pinturas y cuadernos para que coloreen. Pero… ¿y que pasa con los adolescentes? Se nos había olvidado por completo que hay chavales de entre 12 y 15 años demasiado mayores para un bote de pinturas, pero aún pequeños para un set con maquinilla de afeitar y espuma. Para evitarte estos problemas, lo mejor es optar por regalos solidarios, algunas asociaciones venden artículos para regalar en bodas. Unas pulseras de hilo, unos llaveros, unas narices de payaso que sirven para todas las edades y sexos. Además, ese dinero lo destinarás a una buena causa. 

 

  • Invitados que aún no te han confirmado su asistencia: quedan muy pocos días para la boda, tienes que dar ya el número definitivo de invitados en el restaurante, y siempre está el típico primo lejano que aún no te confirmado si va a venir o no. Os tocará llamarle y presionar para que os de una respuesta. Otra cosa que debéis saber es que siempre falta algún invitado el día de vuestra boda. No conozco boda en la que no hayan faltado al menos dos o tres personas, te avisas el día de antes o ese mismo día de que al final tienen que trabajar, se han puesto malos o se les ha puesto malo el perro, lo que sea, pero al final habrá dos o tres cubiertos que tendrás que abonar sin que nadie los haya disfrutado. 

 

  • Te faltará algún accesorio con el que no habías contado: te crees que ya lo tienes todo comprado y entonces te pregunta una amiga que ya se casó hace un tiempo: “¿Van los fotógrafos a tu casa primero? ¿Y qué te vas a poner para las fotos preparándote, un batín o un pijama?” Y es entonces cuando te das cuenta de que no habías pensado en eso y te vas corriendo al Primark a por un pijama blanco de raso y unas zapatillas de estar en casa con plumas blancas. 

 

  • Caeréis enfermos, tu pareja o tú, o los dos: lo más normal es que en la semana previa a la boda los nervios puedan con vosotros y caigáis enfermos, así que preparaos para el insomnio, una gastroenteritis o incluso un catarro que os deje afónicos. 

 

  • Atentos al clima: da igual si te casas en pleno agosto o en diciembre, que el clima te puede jugar una mala pasada. El problema es que hasta unos días antes del gran día no sabrás qué tiempo va a hacer.  Puede pasar que dé lluvia ese día y os toque cambiar, a última hora, el cóctel del jardín a un salón. O que venga una ola de calor y haya que contratar carpas para que a los invitados no les de una insolación durante la ceremonia al aire libre. Lo mejor es tener siempre un plan B para amoldarse a las inclemencias del tiempo. 

 

Otra cosa que debéis tener en cuenta es que el día de la boda también habrá muchas cosas que salgan mal, pero no importa si falta un cartel, si se os olvidan la mitad de los votos o el DJ pone la canción equivocada en vuestra entrada al banquete, solo os daréis cuenta vosotros de esos fallos, los invitados seguramente se quedaran con un buen recuerdo de vuestro día especial. Ahora queremos saber… ¿A vosotras? ¿Qué os falló a última hora de los preparativos de vuestra boda?

 

Raquel Acosta