Comenzamos nuevo año y qué mejor que hacerlo con un buen artículo sobre un destino que a muchos atrae, pero cuya realidad no siempre es de lo más agradable: la India, un país ideal para las personas que quieren darse un buen baño de masas. Con más de 1.400 millones de habitantes, igual que China, esta región de Asia es, aparte del lugar donde nació Mahatma Gandhi, un ejemplo de cómo lo sucio y lo limpio conviven en el día a día, como la cosa más natural del mundo, como el yin y el yang (¡qué bonito suena!).
Si nos metemos en las páginas web de las agencias de viajes, veremos fotografías espectaculares, de esas que quitan el hipo. A ver, es innegable que el Taj Mahal es precioso y que el río Ganges queda muy bonito cuando se ilumina con las lámparas de aceite durante la ceremonia Ganga Aarti, pero también está la inmundicia. Hay suciedad por muchas calles, y no sólo es por culpa de los animales que andan sueltos (a los que encontramos monísimos): aunque hay orinales públicos (y tan públicos, algunos hombres corren el riesgo de que el turista les tome una foto en pleno acto), hay quien no le encuentra el sentido a esconderse entre un par de paredes para quedarse bien a gusto. La solución para estos está en: «Hazlo donde te pille».
Con todo y con eso, tú eres de los que saben que aun así el país también tiene sus cosas buenas (al menos, para el turista), y de los que piensan que la comida está bien rica (Carme y Toni, de conmochila, dan fe de ello). Si tú quieres visitar la India, no te prives. Eso sí, te avisamos: vas a necesitar algo más que el vuelo, tu mochila y el visado India online. Primero, te tendrás que mentalizar del sitio en el que piensas poner un pie.
Para que luego no nos digas que no te lo advertimos, te comentamos unas cuantas cosas que necesitas conocer de la India, un país que, a pesar de sus defectos, oye, ¿por qué no recorrerlo?
Quítate la venda de los ojos. No todo es cine
Los españoles somos viajeros (para qué negarlo). El INE, ese organismo público que hace estadísticas de unas cuantas cosas, lo dice bien clarito: llevamos diez años sin dejar de viajar al extranjero. Sólo pudo con nosotros la pandemia, pero como muestran las estadísticas, eso ya es agua pasada. Nueva York, París, Roma, Londres, Tokio y Sidney son imanes para los españoles, pero hay una parte de nosotros que quizás siente el gusanillo de descubrir algo más exótico. Los adictos a las aventuras no se pueden perder Bombay.Esta ciudad de la India es un peligro para los introvertidos. Como te preocupe mucho tu privacidad, la llevas clara. Sí, es por algo por lo que es la cuarta urbe del mundo más llenita de gente. Está claro que siempre hay alternativas: puedes visitar Agra y hacerle compañía a los elefantes de su centro de conservación, pero es comprensible que los cinéfilos no quieran perderse la parte rica de Mumbai. ¿Mumbai? Sí, es que Bombay, al ser una ciudad tan grande, necesita tener dos nombres (y más no, porque ya no cabían en el Registro Civil).Desde luego que no es igual dar vueltecitas por Cumbala Hills, el barrio chic de Bombay, que por Mahul. En el primer barrio, vas a notar el poder de la pasta gansa: en Cumbala Hills, se concentra lo mejorcito de lo mejorcito. Bueno, ahí vive Mukesh Ambani, que no anda mal de dinero: 96,6 miles de millones de dólares estadounidense (como ves, un patrimonio muy pequeñito). Luego, está Bollywood, que es la industria cinematográfica afincada en Bombay; la misma mismísima que le hace competencia al Hollywood norteamericano (¡vaya tela!). Eso sí, en la cartelera del cine en hindi, hay mucho romance y salseo, pero no te enseñan la porquería de Mahul. Desde 2018, parece que este otro vecindario, ejem…, haya sido invadido por una banda de coleccionistas de residuos con síndrome de Diógenes.
¿Tú sabes lo que son las castas? ¡No te lo pierdas!
A ver, se supone que estamos en el siglo XXI, el siglo del progreso médico y de ¡viva las mujeres! Pues bien, la India todavía no parecer estar al día con esto. Es verdad que en Occidente hay clases sociales, pero las castas son peores, en serio. Una persona nace, se desarrolla y muere en una casta. No hay tu tía: si quieres prosperar, tu ADN está por encima de cualquier posibilidad. Dicho con otras palabras, a ver si nos entendemos: tus padres son dalit, pues tú, otro tanto. Y, precisamente, los dalit son los más maltratados. ¿Cómo se explica que, con la cantidad de gente que hemos dicho que hay en la India (que estamos hablando de un país de 3 millones de Km², please), los dalit estén condenados a relacionarse sólo entre ellos?
Ni los adultos ni los niños pueden entrablar conversación, y no me hables de jugar unas buenas partidas, a lo que sea, con gente que no sea de su casta. Es una situación súper injusta, la verdad. Menos mal que sí quedan viajeros honestos que te cuentan lo que hay, aunque sea difícil de digerir. Carme y Toni fundaron conmochila en 2008 y ya lo dicen, les apasiona la India, pero jolín, que no todo es allí el mundo happy flower que algunos se empeñan en mostrar en las fotitos de las redes sociales. Por eso, ellos insisten: viajar a la India es una experiencia única por calles abarrotadas de gente, tráfico y animales, Esto es lo que te espera.
Bueno, bueno… no todo es malo, ¿eh?
Para que repongas fuerzas, porque querrás ver monumentos también, no sólo callejear (aunque la cara oculta de la India desgasta bastante), tienes unos platos de comida muy apetecibles. El arroz, la carne, las verduritas… se combinan en cuencos individuales que se sirven juntos en la mesa, y oye, que si quieres combinar los ingredientes de un recipiente y otro, ¡adelante! Todo pega con todo (¿no ves que luego en el estómago se va a mezclar de todos modos?).
Según Carme y Toni, por 1 euro te puedes poner morado a comer. La gastronomía india es la que más les ha gustado de todos los países que han recorrido (esperemos que no supere a la dieta mediterránea, eso sí). Sobre todo, recomiendan lo que decíamos antes: los thalis.
Total, para quienes quieran saborear ellos mismos la cocina tradicional india, conmochila tiene una app que te permite organizar tu viaje a la India como te dé la gana, que para eso es tu viaje, desde el smartphone. Encima, también cuentan con visados online que te dejan estar allí hasta 5 años, para que te enteres de lo que vale un peine (literalmente).
¡¿A qué estás esperando?! Deja de leer el artículo y ponte a preparar las maletas.