Las loversize hemos hablado de The biggest loser, el programa de la NBC aquí, aquí y aquí y hoy vuelvo sobre él porque sirve de ejemplo en mi cruzada contra las dietas extremas. En más de una ocasión hemos debatido sobre si las dietas son buenas o malas y, obviamente, hay opiniones para todos los gustos. La mía es simple: la clave está en cambiar los hábitos de alimentación y ejercicio de manera que sean sostenibles en el tiempo.

El episodio más controvertido
Uno de los casos que más polémica levantó fue el de Rachel Frederickson (24 años), la ganadora de la temporada 15, que pasó de un peso inicial de 117 kilos a solo 47. Al terminar esa temporada, la entrenadora Jillian Michaels abandonó el programa después de diez años. Sospechaba, junto a otro colega, que Rachel padecía un supuesto trastorno de la alimentación, cosa que la concursante y su entrenador negaron. Michaels y el también entrenador del programa Bob Harper denunciaron que la bajada de peso de Rachel no había sido saludable y que el entrenador que la llevaba había antepuesto ganar el concurso a su bienestar.

las dietas extremas son el mal

¿Qué pasa al cabo del tiempo?
Tiempo después ¿qué ha pasado con todos esos concursantes que perdieron la mitad de su masa corporal? Kevin Hall, médico experto en metabolismo en el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales, ha llevado a cabo un estudio con 14 concursantes de la octava temporada, para ver qué ha ocurrido con sus cuerpos.

Tras someterse a las conocidas como dietas milagro, muy restrictivas y con bajadas muy rápidas, siempre viene el retorno al punto de inicio, conocido como el efecto rebote o yoyó. La mayoría de ellos han ganado casi todo el peso que perdieron e incluso más. Podría pensarse que se han abandonado, que han dejado de cuidarse, pero la recuperación del peso perdido se hace en muy poco tiempo. ¿La causa? Que su metabolismo no funciona bien.

the biggest loser danny cahill

El ganador de la octava temporada fue Danny Cahill, quien comenzó el concurso con 194 kilos y al terminar había logrado un peso de 86 kg. Seis años después, pesa 133 kilos y su metabolismo consume menos de 800 calorías al día, que sería lo esperado para un hombre de su constitución. Representa la bajada más fuerte de toda la historia del programa: perdió 108 kilos en 7 meses.

Que las calorías quemadas estén por debajo de las que debería de consumir según su tipo de cuerpo es una constante que se repite en los demás concursantes que se sometieron al estudio. Puedes leerlo en este reportaje del New York Times. Es cierto que la muestra no es suficientemente significativa, ya que el estudio se ha realizado sobre 14 personas, pero es demasiada casualidad que en todos los casos el resultado sea el mismo, sin razón aparente que justifique esa ralentización del metabolismo.

Dos de los concursantes: Dina Mercado y Sean Algaier
Dos de los concursantes: Dina Mercado y Sean Algaier

Y, por esta vez, hemos dejado de lado las consecuencias psicológicas de una bajada –y posterior subida– tan rápida, aunque, por supuesto, son muy importantes.