La vida, que ni se asoma ni anticipa, de repente te prepara una sorpresa, y sin  preguntarte te dice si estás preparada para separarte cuando tu segundo bebé todavía  no ha nacido, la mayor es muy pequeña y tu familia se rompe. Que no te pregunta si  estás preparada para llegar a una casa sola y criarlos así, con miedos continuos y una  locura continua que se aparece con una sensación de sobrevivir, simplemente eso,  sobrevivir.  

El futuro en algún momento se paró y me preguntó ¿pero, tú qué pensabas? Tú, que  tienes tu hogar montado, tus planes de hijos, tu pareja, tus aspiraciones profesionales,  vamos, tu vida… ¿qué pensabas? y es así, en cuestión de segundos se te pone el  mundo, la vida, patas arriba y no sabes cómo darle la vuelta. Y ni te paras porque no  te da tiempo o si lo tienes no eres consciente de que lo tienes y te asaltan  pensamientos ¿pero cómo he llegado a esto? pero, ¿qué he hecho para no tener esa  felicidad que se supone comparten las parejas con sus hijos? y miras a tu alrededor, y  no hay nada de lo que tanto habías imaginado.  

Lo peor es darse cuenta y tener que bajarte de ese proyecto de vida pero no poder  subirte a otro porque no te encuentras, has desaparecido, simplemente tu día a día es  sobrevivir. Estar y sentirse sola para todo, para cuando se duermen los dos en el  coche y tienes que subirlos a casa, para las noches eternas donde nadie duerme, para  bajar la basura, para comprar, para ducharles y hacer la cena…pero si el pequeño  tiene días, meses y la mayor es muy pequeña y tú tienes sólo dos manos donde todo  sería más fácil con cuatro…. Y para consultar o divagar…. Ays que el niño está flojo,  me espero o le doy paracetamol, y no sé si le estaré dando mucho azúcar a la mayor,  ¿si a lo mejor lo que soy es un poco “talibán” con la alimentación y no es para tanto?… Cuando los dos lloran a la vez y no hay consuelo, pero para mí…. 

Y en mi casa no hago de padre y madre porque mis hijos tienen padre pero sí que  hago de todo, de buena y mala… cuando los dejo en el cole y guarde y la mañana ha  ido regulera y ellos se quedan bien porque he trabajo mucho para que ellos se queden  bien pero tu te quedas mal, y ese sentimiento de estar revuelta te acompaña ya  durante todo el día, pero te tienes que reponer e irlos a buscar con actitud, porque no  queda otra, porque estás sola con ellos y ellos te necesitan estando bien.  

Pero luchas con tu pérdida, que llega un momento que sientes que has perdido hasta  la identidad, que de 24 horas no has hecho nada pero has hecho todo…. Vamos, el  mundo patas arriba y sin saber por dónde cogerlo para darle la vuelta.  

Empiezas a organizarte y a organizar lo que te rodea, incluso llegas a ducharte todos  los días y de repente te das cuenta que aparece la culpabilidad, bueno, no aparece  porque siempre ha estado, pero ahora te das cuenta de ella porque antes ni de eso  eras consciente. Los niños no están y tienes tiempo para ti… ¡pero si yo no quiero ese  tiempo para mi!…quiero ese tiempo para mi, con los niños haciendo cosas que  tendrían que hacer las familias con “cuatro manos adultas”…. si cuando estás con  ellos, sola, anhelas ese tiempo ahora que lo tienes lo odias…. Claro, porque ese  tiempo no lo has elegido tú, te lo han impuesto y no sabes dónde encajarlo en tu  mundo al revés….

Y cuando estoy sola me siento culpable y tengo mucho miedo…. sé que cuando están  con las otras dos manos están bien pero no están conmigo, sé que no les pasará  nada pero si les pasa no estaré yo, sé que están haciendo cosas nuevas y sobre todo  con otra persona que les quiere pero no estoy yo para sentir como son en ese  momento….Y ahora encima siento que soy una egoísta… y no me entiendo ni yo… me  repito que mis hijos son felices y están bien y eso alivia un poquillo pero me sigo sin  entender….. pueden disfrutar de esa otra mitad y son felices y esa bofetada de  realidad es la que me da energía para coger mi mundo e intentar darle la  vuelta…porque ahora ya siento que puedo… 

Mis hijos de sonrisa constante, de despiporre continúo y caos eterno son los que me  han cogido de la mano y acompañado en todo el momento, para poder decir, bueno  escribir:  

Ahora, aquí sentada, escuchando música, escribiendo esto, sin estar con vosotros soy  feliz y por eso…. merece la pena.

No sé si lo estoy haciendo bien, pero lo estoy haciendo, todo lo que antes dolía hasta  que ahogaba ahora lo hace mucho menos. Ahora respiro profundo y aparecen otros  sentimientos y otros problemas….pero algo ha cambiado… ¡ahora lo que venga, el  toro por los cuerno y a puerta gayola! 

Puedo por mi misma y sola (gracias a todos los que me acompañan en esta locura de  crianza consciente) porque llevo haciéndolo desde que me colocaron en ese preciso  momento de ya no te quiero. No sé si es el camino correcto pero es el que he elegido  y ya siento que elijo y eso…. es el principio de darle la vuelta a mi mundo. 

Y ya no estoy en el mismo punto y no sé qué destino elegiré pero si que sé que tengo  los dos mejores compañeros del mundo, mis hijos… 

Candela y Lucas

 

Loreto Orduna