El sábado en Sálvame Deluxe pudimos ver claramente lo que es pasárselo bien en una boda gracias a Lydia Lozano.

Ella me representa como invitada en todas las bodas a las que he ido. Porque ir a una boda y no beber … es de muy mala educación. Y yo, como futura novia, quiero que mis invitados se lo pasen tan tan tan bien como esta señora en la boda de la Esteban.

Lydia ya comienza haciendo una declaración de intenciones.

“PARA DISFRUTAR HAY QUE EMPAPAR”

INVITADAS ASÍ: SÍ. Hemos venido a jugar, coñe. Nos sacrificamos por el equipo. Esta gente es la que te alegra la resaca cuando abres el ojo a las 2 de la tarde y miras el whatsapp. Las anécdotas de la noche no empiezan con un: ay, a mi ponme un agua tónica. NO. Empiezan con frases como estas.

Luego tenemos la fase del “calentamiento”. Ese momento en el que el vinito de los aperitivos empieza a subirse y de repente todo te hace muchísima gracia y tú misma empiezas a recordar anécdotas de la boda con otras personas que están en la boda, que en su momento no eran tan graciosas pero ahora, con tu copichueli de más, ganan octavos. (Y que anticipo que las contarás como 10 veces más a lo largo de la noche)

 

Cuando llegas a esta fase y ya lo repites un par de veces… empiezan a oírse comentarios maliciosos de “ay que ya vas contentilla…” y similares. PUES CLARO. LLEVO ENCIMA 4 RIOJAS Y NUNCA BEBO. HEMOS VENIDO A JUGAR. YO SI VENGO A UNA BODA ES PARA DARLO TODO.

Lydia Lozano, también sufre esta fase y en un alarde de dignidad (fingida) dice “YO ESTOY PERFECTAMENTE” y luego se descojona. Pues claro que sí. A determinada edad ¿crees tú que me importa un carajo lo que opines de mi? CAMARERO OTRO RIOJA.

Hay otra fase que a mi me encanta, aunque reconozco su peligrosidad que es cuando una se envalentona. “A qué no hay narices a tirarse al suelo y bailar break dance?” Y ahí acabas tú, con tu vestidazo de gasa, en un suelo de dudosa limpieza, haciendo malamente la croqueta. Eso sí, con el autoestima hasta arriba, porque pa´ ovarios, los tuyos. Claro que si, chocho.

 

Pero ojo, no penséis que somos inconscientes en esta fase. Que una sabe sus límites y aún llega a diferenciar donde no debe meterse. ¿Que te preguntan los novios que te parece el solomillo? (que era como una suela de zapatos) Pues tu sonríes y como Lydia Lozano dices sonriendo: FENOMENAL. Y a correr.

Y finalmente llega el momento en el cual pierdes toda la vergüenza, bailas Paquito el chocolatero arremangando el vestido y enseñando un cacho de faja, coges el micro al dj para cantar sigo siendo el rey, te lanzas a la recena que sacan y te tiras alguna copa que otra por encima. Pero te ríes, te ríes hasta que te duele la tripa, hasta que sientes que te vas a hacer pis.

 

Así que amigas, por favor, ahora que empieza la temporada de bodas: SEAMOS TODAS LAS INVITADAS COMO LYDIA LOZANO