Si pudiera me compraría todas las cremas, tónicos (caléndula ven a mi), limpiadores y todo así en general en Kiehls. Pero, amigas, una es muy precaria y no se lo puede permitir, así que es lo típico que siempre le pido a mi madre por mi cumpleaños y Navipeich. Pero claro, entremedias ¿qué hacer? Pues buscar productos lowcost que me hagan el apaño porque sería una tristeza perder el hábito con lo que me ha costado acostumbrarme a embadurname la cara con cosas.
Voy a empezar siendo honesta: soy un absoluto desastre (no es la primera vez que lo digo y no será la última) y vivo obsesionada con que todo me engrasa la cara y el pelo. Me costó muchísimo meterme en la cabeza que cuánto más hidratada y cuidada tenga la piel de la cara menos granos van a salirme. Han sido años de escuchar a mi madre: «mimimi tienes que cuidarte ese cutis que ahora lo tienes muy bien porque eres joven pero a partir de los 30 mimimi». Pues bien, de unos meses a esta parte he entrado de pleno en la crisis de notar que empiezo a hacerme mayor y tal (cuánta mierda nos meten en la cabeza, chiquis), y he conseguido tener un ritual diario de limpieza/hidratación facial por muy pocos euros.
Uso solo dos productos, además de un desmaquillante bifásico las pocas veces que pinto el ojo, de los que estoy profundamente enamorada y nunca he sentido la cara tan suavecita, lozana y llena de vida.
– La pastillita de jabón es un limpiador MARAVILLOSO. Es de Caolion, una marca de cosmética coreana, y puedes encontrarlo en Sephora por 5 euros el de tamaño pequeño (que yo llevo usando aproximadamente 1 mes y medio y parece que dura de carallo). Es muy suave y no reseca la piel pero te la deja limpísima.
– La crema de Sangre de Dragón (Kaleeeeeshi) de Beauté Mediterranea, que puedes encontrar en el Mercadona (Mercaaaadoooona) y que también cuesta 5 pavos (de puro elixir). Parece ser que es una colaboración en exclusiva de la marca de cosmética con el Supermercado y que por eso es tan barata (si te metes en la web a cotillear, puedes observar que el resto de los productos rondan los 30 eureles). Me consta que hay instagramers que también están hablando de ella (y hay quien la ama y a quien no le va chachi) pero, me podéis creer o no, yo me la encontré por casualidad mientras hacía la compra. Me llamó mucho la atención el packaging (soy así y las cosas me entran mucho por los ojos), estuve un rato observando la muestra y me dije: «con lo bien que huele y por 5 euros, malo será que no la pueda usar para el escote y el bajoteto por lo menos». Pues desde entonces la uso mañana y noche y os juro que, en apenas una semana, me ha mejorado la piel muchísimo, la tengo suave como un melocotonsito, no me ha salido ni un grano y eso me hace muy feliz. Dicen que contiene extratos de la resina del Árbol Sangre de Dragón (que básicamente es un drago), Aloe Vera, vitamina E, protección solar y ayuda a regenerar y mejorar la elasticidad de la piel. La textura es más densa de a lo que yo estoy acostumbrada (siempre me he comprado cremas así como muy fresquitas tipo gel), pero se absorbe súper rápido y no es nada grasa.
Yo voy a ir mañana a comprar más para tener reservas en casa y vosotras deberíais hacer lo mismo, palabrita de una madre de dragones (guiño, guiño).
