Hace unos meses decidí que no quería depilarme más las ingles. Después de más de 10 años de tortura, estaba ya hasta el coño y nunca mejor dicho de ir contando las semanas en base a cuanto me tocara depilarme. 

Al principio me costó, no te voy a engañar. Llevaba media vida viéndome el chochamen sin un pelo y tuve que acostumbrarme a él. Ilusa de mí, pensaba que este cambio solo me chocaría a mí pero resulta que al acostarme con mis follamigos, me encontré con algunos que también querían decir la suya. 

Igual que había algunos que ni siquiera le prestaron atención, me encontré con tíos a los que los pelos les daban mucho asco. No me lo dijeron así de abiertamente nada más verme en bolas pero recuerdo perfectamente como intentaban escaquearse de practicarme oral, por ejemplo, y tenían que acabar diciéndomelo porque directamente les preguntaba si pasaba algo. 

Me acuerdo como uno me dijo “es que me parece poco higiénico”. Se ve que ahora meterte su pichola en la boca es más higiénico que desinfectarte las manos, no te jode. ¡Como si ellos no tuvieran pelos ahí abajo! ¡Yo es que alucino!

Hubo veces que me sacaron los colores, aunque me joda reconocerlo. Me llegaba incluso a sentir mal por no haberme depilado, pensando que quizás era verdad y parecía un signo de poca higiene pero al minuto pensaba ¿en serio me estoy planteando depilarme para seguir complaciendo al resto? Así que no, amiga, no lo dejé de hacer. No, porque estoy muy tranquila con mi higiene personal, me lavo mi parrús bien lavadito y los pelos no me influyen en absolutamente nada así que al que no le guste, dos problemas tiene. No tengo ningún problema en dejar a un tío a medias o cortar en seco lo que estemos haciendo si noto que el tío está buscando excusas para no follarme solo por mis pelos. 

Por suerte, no todos son así. Afortunadamente hay muchos otros que le dan cero importancia y disfrutan del sexo igual o más, porque lo hacen totalmente ajenos a cuestiones absurdas del físico. Ya te digo que me habré encontrado 3 o 4 “supuestos escrupulosos” pero la mayoría han sido bastante menos idiotas, cosa que se agradece. 

 

Creo que al final todo parte de lo de siempre: la idea patriarcal de la mujer, de nuestros cuerpos y del sexo. Querer seguir ignorando que en nuestro cuerpo hay pelos y que cada una es libre de decidir si eliminarnos o no es seguir metiéndonos en unos cánones de belleza en contra de nuestra voluntad, lo cual me parece de todo menos justo. 

Así que nada, amigas, definitivamente no volví a depilarme el chumino por lo que dijeran 4 de mis follamigos. Mira, por una vez que sean ellos a los que se les cuele algún pelo, no se van a morir. 

Arriba esos chuminos, peludos o no.

 

Anónimo

 

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