Se ha escrito y he escrito todo lo habido y por haber sobre personas tóxicas, cómo identificarlas y cuándo decir adiós, ¿pero qué pasa cuando el gilipollas eres tú? A lo mejor estás pagando con tus amigos tu mala hostia, puede que amargues hasta a los cactus con tus dramones de adolescente al que le están saliendo pelos en los huevos, y tal vez –solo tal vez– no te hayas parado a pensar en la brasa que le das a este pobre mundo que, pacientemente, te escucha como si fuese un tesoro pasar cinco minutos orbitando alrededor de tus problemas. Lo malo es que la estupidez es como el mal aliento, tú lo tienes y nosotros lo sufrimos.

Podría romper una lanza a tu favor porque una mala racha la tenemos todos, y a veces es incluso normal olvidar que no somos el ombligo del mundo, pero cariño, una cosa es una semanita tonta y otra montarle un pollo hasta al repartidor de Seur. Entonces, después de que el señor mensajero huya asustado como si acabase de ver a un Dementor, llega la gran escena: la discusión. “Yo no he dicho eso”, “mis problemas son más importantes que los tuyos”, “es que a mí nadie me entiende”, “¿por qué nadie me escucha?”, “yo soy así”, “pues si no te gusta pasa de mí”. BINGO. Ahí yo pienso “de puta madre” y me voy sin mirar atrás, que para aguantar gilipolleces ya me tengo a mi misma cada semana roja del mes. Pasan las horas, si me apuras los días, y nos adentramos en la segunda fase: la negociación. “Has pasado de mí pero te lo puedo perdonar”, “me pase bastante”, “a veces me centro demasiado en mí”, “parece que no quieres arreglar las cosas”, “sé que últimamente se me va un poco la pinza”, “voy a cambiar”. Maravilloso, perfecto y cojonudo si no fuese por un pequeño detalle, EL CICLO SIN FIN VUELVE A EMPEZAR. Otra vez ponen Titanic en San Valentín, vuelven a estar de moda las medias de rejilla y tu armarás un drama por cualquier tontería, hay cosas que no cambian. ¿O sí…?

giphy
Botes de capulladas para todos.

¿Y si se pudiese mandar al ciclo a tomar por culo? Sí, sí, has oído bien. Quizá haya escapatoria de ese agujero negro llamado “ser un gilipollas integral”. El secreto del éxito es reconocerlo, algo que parece fácil pero que cuesta más que regatear en los mercadillos. Al fin y al cabo es parte de nuestra esencia cagarnos en todos los santos cuando alguien peca de gilipollas y, en cambio, no admitir nuestros fallos sin un par de copazos encima, será que todos somos tóxicos en potencia.

Por la noche sustituye la paja valium por una jornada de reflexión, como la de las elecciones pero que valga para algo. Piensa en todos los malos rollos, discusiones, movidas y dramas en los que te has visto envuelto a lo largo del día, y pregúntate quién ha sido el culpable, cómo te has sentido antes, durante y después, quién es tu enemigo number one y qué puedes hacer para evitar la tragedia.

Si aun así no logras encontrar al culpable de todas tus desgracias te lo pongo fácil, imagínate que esto es un test de la Super Pop, pero en vez de “cómo saber si le gustas” se llama “cómo saber si eres un gilipollas”. ¡Buena suerte!

  • ¿Te gusta criticar los defectos de los demás?

YO NO SOY CRÍTICO, SOY SINCERO: Tal vez has notado que tus amigos han dejado de pedir tu opinión, e incluso han empezado a evitarte porque saben que tienes un puñal en la mano preparado para cada ocasión. Da igual si es una buena noticia, un problema o un comentario que ni fu ni fa, tú le encontrarás el lado malo a cualquier cosa. Si tienes la necesidad de hundir a otros para sentirte por encima, a lo mejor ya va siendo hora de trabajar un poco en tu amor propio.

A VECES, PERO JAMÁS DELANTE DE ELLOS: Enhorabuena, no te estás comportando como un flipado la mayor parte del tiempo.

  • ¿Crees que hay una conspiración mundial en tu contra y por eso te pasa todo lo malo?

OBVIAMENTE, SI NO CÓMO SE EXPLICA: A veces la vida te da por culo, esto es así, y si te pilla en mala postura y sin lubricar va a doler. MUCHO. Pero si de verdad piensas que el mundo no tiene otra cosa más importante que hacer que tocarte a ti las pelotas las 24 horas de cada día de la semana, igual tienes el complejo de Ross Geller. La putada es que no solo vas a desgastar las pilas de la gente cada vez que les cuentes las eternas injusticias que rodean tu vida, sino que también te acabarás autoboicoteando a ti. Total, si las cosas van a salir mal porque todos te odian y te han puesto dos velas negras, ¿para qué vas a intentarlo? Meeeeeh, ¡ERROR!

PUES NO: Enhorabuena, no te estás comportando como un victimista.

anigif_enhanced-buzz-24856-1365207225-31

  • ¿Tienes tiempo para escuchar los problemas de los demás?

¿PERO LOS DEMÁS TIENEN PROBLEMAS?: Todos conocemos la diarrea verbal y hemos dado la brasa en el grupo de WhatsApp con el mismo monotema hasta que nos han parado los pies. Es parte de la amistad como también lo es escuchar y preguntar a los demás por sus dramas.

CLARO: Enhorabuena, no te estás comportando como un egoísta.

  • ¿Alguna vez la cagas?

POR SUPUESTO QUE NO, LA CULPA ES SIEMPRE DE LOS DEMÁS: Si eres de los que escurren el bulto cada vez que hay una cagada de por medio es normal que la gente te quiera. LEJOS. Las ganas de matar aumentan cuando no te conformas con el “yo no he sido”, y acabas señalando con el dedo a un pobre inocente para que pague por tus errores. ¿De verdad te sigues preguntando por qué caes mal a la gente?

A VECES, COMO TODOS, SOY HUMANO: Enhorabuena, no te estás comportando como un arrogante.

  • ¿Alguien se ha cabreado contigo en las últimas 24 horas?

CLARO, COMO TODOS LOS DÍAS: Puede que el mundo entero este deseando pelear contigo porque hasta los pingüinos del Polo Sur te tienen envidia de la mala, o puede que hayas contagiado tu mala hostia a la gente que te rodea y tu sola presencia genera una predisposición a la negatividad que, junto a las ganas de movida que traes de casa, hace saltar las chispas.

HE TENIDO UNA BRONCA TONTA, PERO TODO ESTÁ ARREGLADO: Enhorabuena, no te estás comportando como un drama queen.

1424282288-tumblr_mabkj2ssqr1rbzdkmo1_500

Si has suspendido el test, habrás encontrado la razón por la que nadie fue a tu última fiesta de cumpleaños. Mira el lado positivo, ya sabes dónde está el problema. ¿Y ahora qué? Cambiar hábitos tan jodidos –para ti y para los demás– es una carrera de fondo, no un sprint.

  • Entrena a diario la autocrítica (con calma, tampoco es plan de que te hundas en la mierda tu solo).
  • Pide ayuda si lo necesitas (a un amigo, un familiar, un profesional o a Kim Possible).
  • Acepta los consejos sin ponerte a la defensiva.
  • Descubre cuál es el camino que te ha llevado hasta donde estás ahora.
  • Levántate sin empujar a los demás.
  • Intenta escuchar en vez de oír.
  • Asume que no siempre vas a tener la razón.

Aplícate los consejos de tu madre más a menudo y trata a los demás como te gustaría que ellos te tratasen a ti. Ah, y pide perdón cuando envenenes a los demás, aunque lo hagas sin querer.